La comisión de Hacienda del Ayuntamiento de Córdoba tumbó ayer el proyecto de ordenanzas fiscales que debe ir al Pleno del martes próximo para su aprobación. PSOE e IU se quedaron solos, mientras que la oposición en bloque, PP, Ciudadanos y Unión Cordobesa, votó en contra, y Ganemos se abstuvo. Precisamente la agrupación de electores, de la que vuelve a depender que las ordenanzas fiscales salgan o no adelante, ya advirtió la semana pasada que para que eso ocurriera tenían condiciones. En concreto, Ganemos exige al gobierno local abordar la eliminación de las exenciones de IBI de la Iglesia católica. A este requisito habría que sumar las cinco condiciones que Ganemos puso el año pasado para la negociación de las ordenanzas fiscales y que están, a su juicio, pendientes. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, calificó ya el lunes de «obstáculo difícil de sortear» el tema del IBI a la Iglesia porque, recordó, es algo que escapa a la competencia de los ayuntamientos y que depende de las leyes de hacienda local y de los acuerdos con la Santa Sede.

La concejala de Ganemos María Ángeles Aguilera tildó de «muy frías» las negociaciones que han vuelto a retomarse esta semana con el equipo de gobierno (el lunes hubo contactos). Ganemos reclama los acuerdos adoptados por su asamblea, que incluyen dar mayor transparencia a los precios públicos de los servicios municipales (aunque los precios no se incluyen en las ordenanzas), al estudio de una tasa a las grandes superficies comerciales o a la posible implantación de una tasa turística. El equipo de gobierno, por su parte, ha quedado en responder por escrito a estas exigencias, si bien lamenta que el debate se haga ahora (la asamblea de Ganemos fue a finales de julio), pese a que el trabajo de las ordenanzas comenzó en marzo.

Por otro lado, la teniente alcalde Hacienda, Alba Doblas (IU), puso el acento en la postura de la oposición y mostró su extrañeza por su voto a pesar de que «son las mismas ordenanzas que las del año pasado y que suscitaron un amplio consenso». Doblas recuerda que la única novedad que incluyen es la mejora de la bonificación del 50% del IBI a los dueños de los patios que entren a concurso, por lo que lamenta que, de no salir adelante el expediente, esa reducción del IBI no se produciría. También manifestó su deseo de que PP, Ciudadanos y UCOR no esperen «al último minuto» para presentar sus enmiendas, de modo que éstas puedan negociarse antes del Pleno. Tanto el PP como Ciudadanos (que ha pedido una bonificación de las tasas administrativas y para el fomento de coches eléctricos) presentarán alegaciones.

El portavoz municipal del PP, José María Bellido, por su parte, sí subrayó la falta de sintonía del gobierno local con Ganemos, una situación que atribuye a tener «un gobierno Frankestein» y, «una alcaldesa que no gobierna» y que depende de una fuerza política «minoritaria». Sobre la petición de eliminar las exenciones fiscales a la Iglesia, Bellido indicó que sería «ilegal», pero subrayó la paradoja de que PSOE e IU pidieran lo mismo cuando estaban en la oposición. «Eso les ha dado alas a Ganemos», dijo. Para Bellido es un error de Ambrosio negarse a entablar conversaciones respecto a las ordenanzas con otros grupos que no sea el de Ganemos y recordó que esta situación es la que se vivió el año pasado, si bien finalmente Ganemos terminó apoyando las ordenanzas. «El año pasado dije que era un teatro. Éste no lo sé porque no soy adivino, solo sé que a día de hoy no hay votos para sacar adelante ese proyecto de ordenanzas fiscales», dijo.

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