La Asociación Pro Derechos Humanos celebra desde ayer unas jornadas sobre trata e inmigración en las que, según su presidente, Carlos Arce, la entidad pretende visibilizar la explotación no solo sexual sino en muchos casos laboral o incluso de tráfico de órganos que padecen las personas víctimas de trata. Arce, que insistió en la opacidad que envuelve a este tema, señaló además la conexión existente entre las políticas migratorias europeas y españolas con la realidad a la que se enfrentan estas personas, «ya que se entrega la única llave de acceso a Europa a organizaciones que les condenan a esta violación de derechos humanos». La técnica jefe del área de migraciones del Defensor del Pueblo Estatal, Elena Arce, abrió las jornadas con una ponencia en la que denunció que pese a que la trata es una realidad que afecta a miles de personas, son muy pocas las condenas existentes debido a los obstáculos que plantea el Código Penal para que las víctimas sean reconocidas como tales.