«Tenemos que ir apagando fuegos», reconoció ayer, con resignación, uno de los representantes sindicales de los bomberos en presencia de un grupo del SEIS, que se había concentrado a las puertas del parque central. Esa es la sensación que tiene este colectivo con una plantilla cada vez más adelgazada (en los dos últimos años se han jubilado 40 compañeros) y que ve con frustración cómo sus instalaciones se quedan antiguas y sus derechos laborales se recortan.

Lo cierto es que el último conflicto no se lo esperaban porque hay un acuerdo firmado desde octubre para la promoción de los 135 bomberos a la categoría C1. El problema, ahora, es que la intervención ha emitido un informe de disconformidad respecto a dicho acuerdo y el gobierno local ha elevado una pregunta al Ministerio de Administraciones Públicas para ver si es posible o no hacerla. «Esa promoción interna se ha hecho en más de 20 ayuntamientos de toda España y aquí se para», lamenta Fernando Muñoz, representante de CTA, citando los casos de Sevilla, Granada o Madrid.

El gobierno municipal, por su parte, espera tener respuesta del Ministerio antes del 21 de diciembre, que es cuando se espera que salga la oferta de empleo público del 2018, que debía incluir la promoción de esas plazas. Hasta ese día, los bomberos esperarán pacientemente. A partir de ahí, no prometen nada. «Si el 21 cumplen levantaremos el pie del acelerador, si no seguiremos apretando. Con esta gente tenemos que ir siempre apagando fuegos. Es así de triste», reconoció Fernando Muñoz. Además, añade su compañero de CCOO Juan Carlos Prieto, los sindicatos hacen un reparto de responsabilidades por la situación de los parques, que van desde el propio jefe de bomberos, hasta el responsable de Recursos Humanos, David Luque, pasando por el concejal de Seguridad, Emilio Aumente. Lo que más les ha enfadado es firmar un acuerdo dando solución a los problemas del servicio «y a las primeras de cambio que puede quedar en papel mojado». El portavoz del PP, José María Bellido, les da la razón: «Entiendo que se sientan engañados. El gobierno tiene que cumplir lo firmado y si no alguien tendrá que asumir responsabilidades por firmar algo que no se puede cumplir».

Además de la promoción, los bomberos piden que se ponga solución al problema de la falta de personal (recuerdan que las oposiciones que están en marcha solo prevén la ocupación de 21 plazas de bombero-conductor); el pago de las horas extras y los doblajes por decreto como horas extras (este año se han llamado por obligación para cubrir servicios mínimos en más de 70 ocasiones); la mejora de las instalaciones «obsoletas», y la falta de formación del personal (las prácticas que están haciendo en la actualidad son las que ellos mismos organizan). Entre estas cuestiones citaron que han dejado de visitarse instalaciones importantes de la ciudad para estudiar su evacuación en caso de incendio. Por ese motivo, los bomberos de Córdoba no conocen aún la Ciudad de la Justicia. «El día que vayamos tendremos que preguntar por dónde salir», ironizan.