--¿Qué efecto ha tenido en su empresa la crisis sanitaria?

--El textil es el tercer sector más afectado, debido a la cancelación o aplazamiento a finales de año o al 2021 de la limitaciones en la celebración de eventos. El cierre temporal de nuestros distribuidores ha sido absoluto y, además, a esta situación nacional se une que la facturación internacional de nuestra empresa se centra en países con escenarios parecidos, por lo que nos hemos visto obligados a tomar medidas con carácter urgente.

--¿Cuáles han sido los principales problemas que ha tenido que abordar?

--Luchar por el mantenimiento de nuestra plantilla, gran activo de nuestra empresa, la reorganización financiera en tiempo récord, la aplicación de medidas de seguridad (desinfección de prendas, lámparas ultravioleta, geles hidroalcohólicos...), la colaboración en la fabricación de mascarillas protectoras, la reubicación del calendario de presentación de colecciones, la potenciación de nuestros canales de ecommerce y presencia en redes sociales, así como la gestión de los diseños encargados para las bodas aplazadas.

--¿Qué medidas piden a las administraciones para que puedan agilizar la actividad?

--Debemos seguir contando con medidas que garanticen el consumo saludable e inviten a una buena experiencia de compra. Han de seguir apoyando con financiación a las empresas, garantizando el mantenimiento de la cadena de pagos, aunque exigiendo el cumplimiento de la normativa fiscal y laboral que ha demostrado ser eficaz en los países de nuestro entorno. Es prioritaria la prolongación de los ertes con las máximas coberturas tanto para empresarios como para empleados hasta la reactivación de la actividad, que permita al empresario mantener el máximo de la plantilla y adecuar la incorporación de los empleados a la reactivación del consumo. Ésta es quizás la mejor manera de optimizar los fondos europeos y minimizar los efectos de la crisis económica en el corto y medio plazo.

--¿Qué es lo prioritario para su empresa y por qué?

--Ante todo, salvaguardar la salud de nuestros empleados y clientes. Además, la reactivación económica que permita recuperar toda la plantilla en el menor plazo, exponenciar la digitalización de la empresa, sobre todo el e-commerce (que ha mantenido su nivel de venta), el B2B para profesionales y, por último, aplicar ese siempre aplazado plan b, que nos obliga a reinventarnos aumentando la variedad de nuestro porfolio.