En el 2015 ardieron más de 200 contenedores en la capital cordobesa, en concreto 235, lo que supuso un incremento del 25% respecto al año anterior. Solo hasta noviembre los datos de la quema de contenedores en el 2017 ya habrían superado el total del año anterior. El fenómeno no es en modo alguno exclusivo de la capital cordobesa. Un reportaje publicado en Interviú el año pasado cifraba en más de 7.000 los contenedores que ardieron en toda España en el año 2015, así como dos mil vehículos que estaban aparcados en la vía pública. La cifras eran alarmantes si se las comparaba con los datos del 2014, cuando ardieron 975 coches (un 5% más que en el 2013).

Los contenedores no son los únicos elementos del mobiliario urbano pasto del vandalismo. Papeleras, bancos, semáforos, señales de tráfico y cualquier elemento que forma parte del mobiliario de la ciudad es susceptible de acabar pintado, estropeado o destrozado. Tampoco se libran de ello árboles y plantas.