Los asesores de los partidos políticos que han logrado entrar en el Ayuntamiento de Córdoba explican cuáles han sido las claves del 26-M y cómo han planteado sus estrategias para convencer al electorado. Mensajes propositivos e ideas fuerza dirigidas a barrios concretos son algunos de los secretos que mejores réditos han cosechado.

Analizamos con los responsables de campaña de las formaciones que han logrado representación en el Ayuntamiento las claves del 26-M, los resultados obtenidos por sus partidos y la eficacia que han tenido sus mensajes, a excepción de IU que está a la espera de que se reúnan sus órganos de dirección para analizar los datos.

PP

Un mensaje claro y una subida de 9 puntos

Miguel Ángel Torrico, asesor de campaña y concejal del PP en la futura Corporación municipal, cree que la clave de la remontada popular en Córdoba (suben 9 puntos respecto a las generales y ganan en 7 de los 10 distritos) ha estado en hacer una campaña propositiva, basada en el mensaje del cambio frente a una gestión «salpicada de polémicas y sin proyectos». «Queríamos que los cordobeses respondieran a la pregunta: ¿Está Córdoba donde se merece? Y la respuesta era clara: no», dice. El exparlamentario andaluz destaca, además, los muy buenos resultados obtenidos en «barrios tradicionales del PP», como Sierra, Centro o Ciudad Jardín, y en otros como Fátima, Fuensanta y Sur, donde se mantuvo muy bien el tipo.

El asesor de campaña del PP opina que su partido ha mantenido a sus votantes y ha concentrado, además, votos de Vox, Cs e incluso del PSOE, y que José María Bellido ha sabido atraerlos «más allá de la marca del PP», algo que se demuestra en los resultados de las elecciones europeas, celebradas el mismo día, donde los socialistas les han sacado 5.000 votos de ventaja.

PSOE

De última a primera fuerza de la izquierda

Los socialistas tienen, pese a haber perdido las elecciones, satisfacción por sus resultados. El asesor de campaña Miguel Franco recuerda que el PSOE ha incrementado su voto un 30% respecto a las municipales del 2015, y un 102% respecto al 2011. «Hemos pasado de ser la última fuerza en 2011 a ser la segunda fuerza y la hegemónica en la izquierda. A la suma de IU y de Podemos le sacamos 14.000 votos de diferencia», comenta. Entre las fortalezas, destaca haber sido capaces «de poner en valor el trabajo de cuatro años», y por contra, entre sus debilidades, «el no haber logrado una mayor movilización del electorado de izquierdas».

En el análisis por barrios, el PSOE destaca haber subido en todas las juntas de distrito (donde más crecen es en Poniente Sur mejorando un 45% y donde menos, en Peirubano Este). «En general subimos en todos los barrios, en porcentaje y votos, y los peores resultados los obtenemos en los barrios tradicionalmente de izquierdas, donde no hemos sido capaces de movilizar más al electorado». El asesor de Isabel Ambrosio no considera que le hayan faltado horas o actos a la campaña del PSOE, que empezaron a principios de año, y ha habido que compaginarla con la complicada agenda institucional de una alcaldesa.

Cs

Campaña cercana, que se refleja en los barrios

Salvador García, asesor de campaña de Cs, piensa que el éxito de la formación (sube de dos a cinco concejales) es haber pivotado su campaña en tres ejes: «Comunicar muy bien nuestras propuestas, sobre todo a hablar de lo que queríamos hacer en los distritos; un trabajo importante de cercanía con colectivos y asociaciones; y la colaboración de 50 voluntarios, que han ayudado muchísimo a la candidatura». La formación naranja considera que esta campaña tan cercana se ha visto reflejada en distritos como Levante, tradicionalmente de izquierdas, donde son la segunda fuerza más votada. «Además hemos afianzado nuestra posición en Arroyo del Moro, Ciudad Jardín, Levante y Fátima, avenida Barcelona, Carrera del Caballo y Mirabueno», apunta.

La principal debilidad de la campaña de Cs, según su asesor, ha sido el presupuesto, y deben trabajar más en el distrito sur (excepto en el colegio Fray Albino), en Centro y Norte.

Vox

No sale quien no tiene representación

Para Paula Badanelli, concejala de Vox, «el empeño, la ilusión, las ganas, la sinceridad y la coherencia» que han puesto de cara al 26-M han sido las claves de su campaña. «No hemos planteado nada con el fin único de conseguir votos», asegura. Su principal debilidad, dice, ha sido la escasez de recursos económicos y humanos. «Nos perjudica esa especie de ley no escrita de que no salen en los medios los partidos que no tienen representación en la institución», comenta Badanelli. Vox está haciendo aún el análisis del voto por barrios, pero en líneas generales achaca su caída --en Sierra, hasta un 50%-- frente a las generales al «voto del miedo». «El gobierno del PSOE e IU ha sido tan malo que la gente de derechas ha optado por lo menos malo. Es hasta entendible la utilidad del voto», comenta la concejala.

Podemos

Solo servirá la vía telemática

Patricia Carrascal, responsable de campaña de Podemos, tilda de «aceptables» los dos ediles obtenidos por su formación, sobre todo teniendo en cuenta la coyuntura política nacional, con el resurgir del bipartidismo. En el terreno de la autocrítica, entiende que parte del aire que se le ha dado al PSOE es culpa de la izquierda. «La táctica de subordinación al PSOE, de ser su muleta, en vez de plantearse como la alternativa, le regala votos. Por eso es clave para Podemos Andalucía mantener la bandera de no pactar con el socialismo», dice. Además, Patricia reconoce que les han perjudicado sus divisiones internas y que los votos de Ganemos, que recogió los aires del 15-M en 2015 y donde confluyeron hasta votantes del PSOE o abstencionistas, han vuelto a su sitio, se han recolocado. Tampoco puede determinar cómo habría reaccionado el electorado si las fuerzas de izquierda hubieran confluido en Córdoba.