La alcaldesa, Isabel Ambrosio, asistió ayer en calidad de presidenta de la Red de Ciudades con Juderías de España, a la inauguración de la cuarta cumbre mundial de las comunidades sefardíes que hasta el próximo sábado se celebra en la ciudad de México. Además de los máximos responsables de la comunidad judía de México, en el acto estuvieron presentes los alcaldes de Estella (Navarra) y el de Castrillo Mota de los Judíos, así como los responsables del Centro Sefarad de Madrid y la Fundación Tres Culturas.

La cuarta cumbre mundial Erensya (Herencia en sefardí) está organizada por el Centro Sefarad de España y las comunidades judías de Israel, y reúne a 30 comunidades sefarditas de todo el mundo. El encuentro es cada dos años y se hace con el objetivo de mantener la lengua y las señas de identidad de la comunidad sefardí. Por primera vez esta cumbre se reúne en América después de haberlo hecho en Bulgaria, Turquía y España.

Isabel Ambrosio destacó la importancia del papel de las comunidades judías en España y más concretamente en Córdoba, «una ciudad que no se entendería sin el legado judío, tanto en la ciencia, la literatura y el urbanismo», dijo la primera edil.

El acto ha estado presidido por el gobernador de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, con quien la alcaldesa se entrevistó con posterioridad, para plantearle líneas de trabajo conjunto entre ambas ciudades en materia de patrimonio, cambio climático y cooperación internacional. Mancera se mostró muy receptivo a los planteamientos de la alcaldesa para que ambas ciudades puedan trabajar juntas en esos terrenos.

Mancera y Ambrosio han coincidido en la importancia del papel de las ciudades para recuperar la convivencia en la situación tan compleja en la que estamos viviendo, señalando que «las ciudades podemos ser un gran factor de cambio». Ambos coincidido en que Córdoba y Ciudad de México son dos ciudades fundamentales para la convivencia, la pluriculturalidad y el plurilinguismo.

MEGALÓPOLIS // Ciudad de México es una megalópolis con nueve millones de habitantes que llegan a 18 millones en su área metropolitana. Cuenta con seis millones de coches, tiene 250 kilómetros de líneas de metro, 13.000 de conducciones de agua potable, 12.000 de saneamiento, 80.000 policías locales y 22.000 cámaras para regular el tráfico.