La alcaldesa, Isabel Ambreosio, dijo ayer en la clausura de las jornadas sobre Sostenibilidad y convivencia en centros históricos, uso y disfrute del espacio público y gestión de la contaminación acústica que los nuevos usos que actualmente tienen los cascos históricos «están provocando el desplazamiento de sus habitantes tradicionales y de aquellos que podrían ser permanentes, debido fundamentalmente al encarecimiento de los alojamientos, la pérdida del espacio relacional, las aglomeraciones y el exceso de ruido».

Estas jornadas, organizadas por el grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España en colaboración con el Ayuntamiento de Córdoba y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, han reunido desde el pasado jueves en Córdoba a cerca de 50 especialistas y técnicos en diferentes campos como el turismo, el patrimonio y el medioambiente, procedentes de las 15 ciudades que forman la red y de otras ciudades como Sevilla, Málaga, Vitoria y San Sebastián. El objetivo de esta reunión ha sido el intercambio de experiencias, su debate y análisis, ante proyectos que se vienen aplicando los terrenos anteriormente mencionados. «Es decir, basados en una gestión sostenible del medio ambiente urbano así como en el uso intenso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la prestación de servicios públicos de alta calidad, la innovación, la participación ciudadana, la formación y la capacitación».

Ambrosio indicó en la clausura de estas jornadas, celebradas en el centro de recepción de visitantes, que es común a todas las ciudades que forman la red de Ciudades Patrimonio de la Humanidad «la nueva problemática surgida por el uso de estos espacios públicos: exceso de ruidos, aglomeraciones turísticas, ocupación de la vía pública por terrazas, y, por otra parte, empiezan a surgir iniciativas tecnológicas en los centros históricos que proponen satisfacer las necesidades actuales».

REGENERACIÓN // Pero en donde hizo especial hincapié la alcaldesa fue en la regeneración y revitalización de los centros históricos de las ciudades que se ha ido produciendo en las últimas décadas y que, según su opinión, «han tenido como consecuencia inmediata el mayor interés por su ocupación como espacios de ocio y de alojamientos temporales de carácter turístico, han pasado de ser espacios degradados y semiabandonados a convertirse en polos de atracción de la dinamización económica y cultural, despertando gran interés en el sector de la hostelería y la restauración». A este respecto, añadió que «este nuevo uso está provocando el desplazamiento de sus habitantes tradicionales y de aquellos de podrían ser permanentes, debido fundamentalmente al encarecimiento de los alojamientos, la perdida del espacio relacional, las aglomeraciones y el exceso de ruido». Indicó que los ayuntamientos se enfrentan a nuevos problemas como la regulación de las relaciones entre habitantes habituales y nuevos ocupantes, «gestionando los espacios, limitando los usos, mediando en los conflictos, posibilitando el uso del espacio y las actividades que favorezcan el desarrollo económico y social».