Los almacenes del Banco de Alimentos están a punto de quedarse vacíos. Es por eso que desde esta organización solidaria se lanza la voz de alerta ante la grave situación por la que pasa, ya que la demanda en estos últimos dos meses ha crecido de «manera desproporcionada» y lo que se espera no va a ser mejor, según señala Carlos Eslava, presidente del Banco de Alimentos Medina Azahara, que asegura que las autoridades deben tomar cartas en el asunto mientras llegan las subvenciones esperadas. «Si el año pasado atendíamos a unas 25.000 personas necesitadas , ahora son el doble, y, además de golpe», señala Eslava.

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«Hemos recibido muchos donativos y se han hecho muchas campañas, pero al ritmo que estamos entregando alimentos ahora, cada mes necesitamos no mil, sino siete mil carritos», explica Eslava, que asegura que aún no han recibido ninguna ayuda de las autoridades y todas las donaciones han llegado de empresas privadas, pero «como el agujero es tan grande, estas aportaciones no son suficientes». Para el presidente del Banco de Alimentos, la solución pasa por el apoyo de las autoridades, aunque «cualquier campaña es bienvenida». Pero «la situación es tan grave que tendrán que intervenir, ya que cuando el Banco de Alimento tenga sus almacenes vacíos el problema será de los que gobiernan».