Valentina Lucena, psicóloga de la fundación Hogar Renacer, alertó ayer del crecimiento entre adolescentes y jóvenes de la práctica del binge-drinking, consumo abusivo de alcohol, a modo de atracón, en un corto espacio de tiempo (en una hora o dos como máximo).

Lucena expuso que «el botellón no ha desaparecido. El binge-drinking se trata de una moda por la que, a lo mejor los jóvenes quedan a las diez de la noche y en una hora se han bebido entera una botella de alta graduación». «El patrón ha cambiado. Hace años los adolescentes y jóvenes se cogían una borrachera en una fiesta puntual, en vacaciones, en una feria, pero ahora es prácticamente todos los fines de semana. Y además, luego están los que se graban en vídeo y esa grabación circula por internet o por grupos de whatsap, ridiculizando en ocasiones a los participantes; ensalzando que hayan bebido en exceso o incluyendo todo tipo de conductas de riesgo», resaltó esta psicóloga. «Hace décadas el alcoholismo se asociaba a clases menos favorecidas o con menos oportunidades, pero ahora se da en todos los estratos sociales y niveles económicos», indicó Valentina Lucena.

«La edad media del paciente que acude a la fundación Hogar Renacer a pedir ayuda para dejar el alcohol ha disminuido y ya no es solo mayoritariamente un hombre de 40-50 años, sino que llegan desde los 20 o incluso personas de bastante edad, siendo cada vez más mujeres las que se atreven a dar el paso, cuando antes era un problema que ocultaban las afectadas. Hemos notado que al menos ha crecido la concienciación entre las familias de jóvenes y adolescentes que presentan un abuso excesivo de alcohol. Se atreven a dar el paso de solicitarnos ayuda antes de que el problema del alcohol que presentan sus hijos se haga más grave. Con los menores trabajamos la prevención y también disponemos de una escuela de familias con un programa especializado para padres e hijos», añadió Lucena.