La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, presidió ayer el acto de constitución del primer consejo escolar de la legislatura, que llega casi en el ecuador del mandato y con curso y medio de retraso. Este octavo consejo escolar, un órgano consultivo «que reúne a la representación de los 137 centros escolares de educación infantil y primaria, públicos y privados de la ciudad», según recordó Ambrosio, no tenía orden del día más allá de constituirse, por lo que tras el acto de ayer todos quedaron emplazados a reunirse de nuevo en el mes de abril.

La alcaldesa inició su discurso de constitución disculpándose por la demora: «Antes de nada quiero pedir disculpas por la tardanza en constituir este consejo, que debería haber estado en marcha el curso pasado y que se constituye con un cierto retraso que confío podamos recuperar con la ayuda de todos», explicó, para después señalar que «no entiende cómo un órgano de la importancia del Consejo Escolar ha podido estar cuatro años sin reunirse y sin hacer llegar al Ayuntamiento la radiografía del día a día de nuestros colegios, elemento esencial para el futuro de esta ciudad». Según uno de los miembros del Consejo Escolar, este órgano, que se constituyó en el 2011 tras cinco años, se reunía periódicamente en la anterior legislatura.

Ambrosio, que citó a Mandela: «La educación es el arma más poderosa que existe para cambiar el mundo», recordó su compromiso electoral de que «todos los planteamientos que realice el consejo y sean de competencia municipal se trasladarán a los órganos de decisión» y dijo que la constitución de este órgano «es la gran fiesta de la participación en el terreno educativo». Según las fuentes consultadas, en el acto de ayer apenas se abordó un problema importante en los centros como el de la sustitución de los porteros, si bien la concejala de Infraestructuras, Amparo Pernichi, presentó una propuesta de trabajo sobre la aplicación a los colegios del plan de eficiencia energética. Pernichi explicó que este plan se pondrá en marcha el próximo curso y empezará con una auditoría del consumo de cada uno de los colegios públicos de Córdoba con el fin de adoptar medidas para reducir la factura. Además, tendrá una traslación en forma de campaña educativa en el alumnado a través de unidades didácticas que plantearán actividades concretas con las que concienciar a los más pequeños sobre el uso sostenible de la energía.