La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, no quiso pronunciarse ayer sobre el dictamen de la comisión de la Memoria Histórica, toda vez que es un borrador y que aún no ha sido votado ni siquiera por los miembros de este grupo de trabajo, cuya puesta en marcha impulsó el Pleno de la ciudad. «Adelantar acontecimientos no es mi estilo», dijo ayer la regidora socialista al ser preguntada por esta cuestión. También recordó, como hizo hace unos días el teniente alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, que el dictamen tendrá también que pasar por el Pleno, que es quien tiene la última palabra. La comisión deberá pronunciarse, entre otras cuestiones, sobre el cambio de nombres de alguna calles o la dignificación de las víctimas de Franco.