La alcaldesa, Isabel Ambrosio, colocó ayer la titularidad de la Mezquita en el centro del debate político en un inicio de curso marcado por el adelanto electoral en Andalucía, que parará, se quiera o no, el reloj de la gestión en Capitulares. La socialista, que compareció ayer por primera vez desde que regresó de vacaciones, anunció que el informe sobre la titularidad del monumento, realizado por la comisión de expertos que encabeza Federico Mayor Zaragoza, se conocerá la semana próxima. Según explicó, la comisión, que se constituyó en junio del 2017, se encuentra «ultimando» las conclusiones de su trabajo, por lo que espera que en unos días puedan presentarlo a los grupos municipales y a los medios de comunicación. Sobre que la Mezquita-Catedral siga estando a nombre de la Iglesia, dijo: «Esa realidad a día de hoy pesa como una losa», pero «es fruto de una situación que nos resistimos a que sea permanente y que no sea revisable en un momento dado».

La comisión se creó con el objetivo de «dotar al Ayuntamiento de argumentos para que la Mezquita-Catedral vuelva a tener titularidad pública y ser de todos los cordobeses y de los ciudadanos del mundo», tal y como indicó en su momento la alcaldesa, y que la idea era volver a la situación anterior al 1 de marzo del 2006, cuando la Iglesia inmatriculó la Mezquita-Catedral. Además del exdirector de la Unesco, en la comisión han participado la vicepresidenta, Carmen Calvo (dimitió al ser nombrada por Sánchez); el especialista en Historia Medieval del departamento de Historia, Geografía y Antropología de la Universidad de Huelva Alejandro García; y el doctor en Filosofía y Letras e historiador medieval de la Universidad de Córdoba Juan Bautista Carpio.

DOS COSAS DISTINTAS

Pese a esta declaración de intenciones, la alcaldesa defendió ayer de nuevo (como días atrás hiciera el teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente) que una cosa es reivindicar la titularidad, y otra, firmar un acuerdo con el Cabildo para la renovación del montaje nocturno. Este acuerdo de colaboración fue rubricado el 17 de agosto por la alcaldesa y el deán-presidente del Cabildo Catedral, Manuel Pérez Moya, en presencia de Emilio Aumente, que fue el encargado de su negociación.

La firma fue muy criticada por IU, que se apresuró a explicar que se habían mantenido al margen de la negociación con la Iglesia, y que entendía que era «una traición» y «una deslealtad» del PSOE hacia Córdoba. El primer teniente de alcalde, Pedro García (responsable también de Turismo), explicó que su desacuerdo se basaba en el contenido del montaje, que, según su criterio, es «una aberración histórica» que obvia la huella andalusí. Por contra, la alcaldesa insistió ayer en que una cuestión es el debate de la titularidad, y otra distinta, una colaboración que beneficia a la ciudad, es un producto turístico de primer orden y ayuda al incremento de las pernoctaciones. «No se podía dejar pasar la oportunidad de firmar este documento», dijo.

UN PLAN DIRECTOR

Precisamente ayer, el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, aseguró en Córdoba que ya se ha iniciado el diálogo con el Cabildo para la elaboración de un plan director para el monumento y que dicho plan se basará en el «entendimiento» entre ambas partes. Vázquez añadió que se está «en el camino de conseguir resultados positivos para el patrimonio de Córdoba», después de explicar que, hasta ahora, el Cabildo contaba con un documento antiguo, «unas instrucciones que daba el Ministerio de Cultura a los bienes patrimoniales», a partir del que se ha regido.