El final del proceso de renovación de 13 nombres de calles para eliminar las huellas franquistas en base a la Ley de la Memoria Histórica pone en evidencia nuevas diferencias entre los socios de gobierno, esta vez en relación a cuál es el momento más adecuado para la sustitución de rótulos. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, garantizó la colocación de todos pero avisó de que será «gradual», por lo que no concretó fechas. Ambrosio explicó que la modificación se hará «desde la máxima normalidad, sin estridencias de ningún tipo, y de manera paulatina» y «Córdoba tendrá un callejero que cumpla con la ley de la memoria democrática y con los principios de justicia, verdad y reparación». Ambrosio dijo que hay que tener en cuenta que los técnicos municipales están ahora más atareados con la Semana Santa y las fiestas de mayo.

Su socio de gobierno, IU, parece tener más prisa. La teniente de alcalde de Participación Ciudadana, Alba Doblas, que no entiende «la lentitud», aseguró que seguirán «reivindicando que se coloquen las placas en el plazo más breve posible», ya que es «un acto necesario y prioritario». Aunque tanto en su comparecencia como teniente de alcalde como en la posterior como secretaria provincial del PCA, Doblas fue suave y evitó criticar a sus socios de gobierno, en las redes sociales se desahogó y censuró al PSOE su falta de «valentía».

Ganemos exigió el cambio de todos los nombres y no solo de dos, y criticó la «lentitud» del proceso y el «uso partidista» al rotular dos calles que llevan el nombre de «personas vinculadas» al PCE y, por lo tanto, a uno de los dos socios de gobierno (IU).

Una de las vías, Cronista Rey Díaz, se tendrá que quedar como está hasta que se resuelva el procedimiento judicial abierto, ya que la familia presentó un recurso en Urbanismo pidiendo la suspensión, que el organismo no contestó en el plazo que tenía, por lo que se da por concedida por silencio positivo.