El notario jubilado Carlos Alburquerque ha reconocido esta mañana los hechos de los que se le acusan en la primera sesión del juicio de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, pero ha eximido a su esposa, Amparo Candela, también acusada, de todas las responsabilidades.

Alburquerque había sido acusado por un presunto delito de apropiación indebida de 373.484 euros por haber destinado a otro fin dicha suma, procedente de unas 126 operaciones de provisión de fondos de sus clientes. Estas provisiones de fondos se hacían para escrituras, liquidaciones de impuestos, actas, inscripciones en los registros o demás documentos notariales.

Al inicio del juicio, el acusado ha leído un documento en el que se reconoce autor de todos los hechos imputados, "soy responsable del delito de apropiación indebida de todos los casos" de los que le acusaba tanto la Fiscalía como los letrados de los clientes. Además, manifestó que "esas cantidades nunca han sido objeto de alza", pero reconoció que "no fueron utilizadas para el fin que fueron entregadas", asegurando que parte ellas le fueron embargadas cuando la notaría empezó a tener problemas económicos.

Además, indicó que, "conocedor de las dificultades económicas de la notaría", no pudo parar la situación a tiempo y que intentó "remediar el problema causado, pero no he podido". Pero sin embargo "no reconozco voluntad expresa de apropiarme del dinero ni de dar instrucciones a los empleados para recoger el dinero de forma fraudulenta", asegurando, por último que "nunca, nunca, nunca" quiso engañar a los clientes.

"ELLA NO HA TENIDO NADA QUE VER"

Sobre su esposa, también acusada, aseguró que "no ha tenido nada que ver" en lo ocurrido "en ningún caso", aunque reconoció que su esposa estaba dada de alta en la empresa como auxiliar administrativo, "para poder cobrar una pensión de jubilación" y ejercía de vez en cuando de relaciones públicas, por amistad con los clientes, ella no era conocedora de ningún tipo de actividad económica. Amparo Candela, esposa de Alburquerque, insistió en esos aspectos y que aunque figuraba como responsable de la asesoría que tenían, aparte de la Notaría, ella firmaba todo lo que le "ponía por delante" su esposo. "Confío en Carlos como en Dios", apostilló. Además, indicaron que parte de sus bienes familiares fueron puestos también a disposición de la notaría para aliviar la situación, asegurando que si no se ha resuelto es porque esos bienes están embargados.