Para la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara la situación actual de lugares "tan emblemáticos de nuestra ciudad como la judería necesita de una revisión urgente y de un profundo cambio de estrategia si no queremos que se convierta en una zona deshabitada, sin vida y sin futuro", denuncia en una nota de prensa.

"Desde diversas organizaciones de nuestra ciudad, hemos venido advirtiendo durante bastante tiempo atrás que la degradación social que se venía produciendo en el casco histórico de Córdoba podría acabar en un proceso de deshumanización y pérdida de identidad", continúa el comunicado de Al-Zahara, que asegura que "toda su actividad, tanto social como económica, giraba en torno a un turismo de masas estacional que producía pingües beneficios a muy corto plazo, pero al que no interesaba reparar en la necesidad de contar con un tejido social fuerte, de un casco histórico lleno de vida, de vecinas y vecinos".

"Poco a poco, como se ha ido denunciando, ha ido aumentando el problema la falta de viviendas y de comercios de cercanía", asegura Al-Zahara, que critica la "masificación de apartamentos turísticos" y el ruido, que hacen que esta zona de la capital "parezca una isla desierta en medio de la ciudad".

En esta fase del estado de alarma, cuando los barrios empiezan a retomar su cotidianidad de bares, cafeterías, comercios e instalaciones deportivas y sociales, "se nota aún más que quizás no hayamos cuidado como se merecía nuestro casco histórico; en un barrio, y la judería lo es, es imprescindible contar con sus vecinas y vecinos, con sus tradiciones, con sus lugares de reunión, con sus fiestas populares, con sus negocios tradicionales, y evidentemente dotarlo de todo lo necesario para una vida digna" y no "un lugar donde parecer intruso", en referencia a la masificación turística habitual en esta zona antes de la pandemia.

Para "revertir esta situación", la federación Al-Zahara pide a "todas las administraciones y agentes sociales" que trabajen para lograr que "los cordobeses vuelvan a tener conciencia de que la judería es una parte fundamental de su ciudad" que hay que respetar.

"Si pretendemos que la ciudadanía de Córdoba sea finalmente la que empuje a la recuperación de nuestro casco histórico, deben darse todos los parámetros anteriormente citados y no cometer errores anteriores, ya que podrían significar un terrible futuro para nuestra ciudad".