La Plataforma Córdoba Aire Limpio ha presentado esta mañana en la Torre de la Malmuerta el tercer libro (en formato digital) bajo el título 'La cementera Cosmos: las claves ciudadanas de un conflicto' y en el que se hace un repaso a diez asuntos que la organización considera claves en sus reivindicaciones.

La publicación, según explicó el autor del trabajo, Jesús Padilla, coincide con el cuarto aniversario de la firma del Pacto por un aire limpio, un acuerdo que fue rubricado por todas las formaciones políticas que concurrieron a las anteriores elecciones municipales y que, según apuntó, "está todavía vigente y suponía no una promesa electoral sino un compromiso político democrático, firme, solemne unánimemente rubricado en un acto público". Sobre esa pacto, Padilla señaló que "una vez celebradas las elecciones algunos partidos renegaron del él como lo hicieron el Partido Popular y Ciudadanos".

En esta nueva publicación, el autor aborda cuestiones como la creación de la plataforma, la visión ciudadana del entorno de la fábrica de cementos, "la tesis sobre argumentos falaces", el análisis de la controvertida licencia municipal para la construcción de la nueva cementera Asland en Córdoba, episodios de contaminación ocurridos.

Puso especial énfasis Padilla en destacar algunos aspectos del libro como por ejemplo los problemas de contaminación también acústica o la licencia concedida por el Ayuntamiento para el desarrollo de la actividad que es para la "valorización de biomasa y la negativa a la incineración de residuos".

Además, se refiere el libro también a otras incineraciones que se han llevado a cabo, según el autor, en las instalaciones de la fábrica como son las harinas cárnicas y los estupefacientes. Jesús Padilla señaló asimismo a Diario CÓRDOBA que otro de los aspectos preocupantes de las instalaciones de la cementera es el de haber servido para incinerar sustancias estupefacientes. Padilla dijo que esa actividad no se realiza ahora “porque la hemos parado, pero sí se ha incinerado. De eso tenemos constancia fehaciente, a pesar de la respuesta que ha dado el Gobierno a preguntas del parlamentario Antonio Hurtado, que preguntó que dónde se incineraban en Córdoba las drogas”. El asunto de la incineración de drogas en la planta cordobesa saltó a la luz pública, según se recoge en el libro, cuando en un pleno municipal un empleado de la empresa lo aseguró. Más tarde, la plataforma ha ido recabando información al respecto que ha venido a confirmar, según Padilla, que esos hechos son ciertos y que además, se han llevado a cabo sin contar con autorización para ello de la Consejería de Medio Ambiente, según se recoge en un informe elaborado por esta delegación y que fue enviado a Aire Limpio.

El trabajo acaba haciendo unas reflexiones sobre la acusación de "desviación de poder", la imputación de "inseguridad jurídica" y sobre la acusación que pesa sobre la organización de dividir a la sociedad cordobesa. Padilla señaló que Aire Limpio quiere que "la fábrica permanezca otros cien años más en Córdoba, pero en otro sitio".