Cómo ahorrar en la factura de la luz cuando aprieta el frío, como estos días en Córdoba. Oenegés y organizaciones de consumidores nos dan las claves para gastar menos:

1. Aislamientos

Cruz Roja recomienda a sus usuarios aislar y sellar bien puertas y ventanas de sus domicilio para mantener el calor y evitar fugas de aire, aprovechar las horas de luz solar para ahorrar luz y usar emisores de consumo eléctrico de bajo consumo como los que han entregado a varios centenares de hogares.

2. Eficiencia

Utilizar de forma eficiente los electrodomésticos, también en invierno, puede ser fundamental para gastar menos. Se recomienda llenar la lavadora y el lavavajillas todo lo posible, usar el modo ecológico y aprovechar el calor residual en la vitrocerámica para terminar de cocinar. Cargar la batería al completo y en modo avión, no dejar los aparatos eléctricos en modo standby para reducir así un 10% al año en la factura o sustituir pantallas normales por LCD para ahorrar hasta un 37% de energía son algunos trucos de ahorro en el uso de dispositivos electrónicos. También se aconseja el uso de termostatos automáticos de regulación de temperatura, así como vestir en casa con ropa acorde al invierno y no tener encendidos los radiadores de estancias que no se utilicen habitualmente.

3. Ajustar la potencia

Una parte de lo que pagas en la factura de luz se debe a la potencia contratada. Según la OCU, es fundamental controlar la potencia. Si en una vivienda nunca han saltado los plomos, ni siquiera cuando hay varios electrodomésticos a la vez, es posible que haya margen para reducirla. La UCI recomienda revisar la potencia de electricidad contratada, es decir el número de aparatos que se pueden tener enchufados al mismo tiempo sin que salte la luz. ¿Cómo? Sumando el gasto de todos los aparatos eléctricos del hogar y a partir de esta suma contratar la potencia necesaria. La calefacción eléctrica tira mucho de la luz y necesita entre 1.000 - 2.000W de potencia, aunque si es calefacción de bajo consumo, baja a 400-800W. El horno, la lavadora y el lavavajillas son los electrodomésticos que más potencia necesitan, con 1.200-2.200W, 1.500W y 2.200W, respectivamente.

4. Temperatura en el interior

Una temperatura en casa de 19ºC a 21ºC es razonable. No hay que poner los aparatos de calor al máximo. Por la noche, en los dormitorios puede bajar a 15-17ºC. Cada grado de más supone un incremento del 7% en el consumo. Además, apagar los aparatos que quedan en stad-by puede suponer un ahorro del 10% en la factura.

5. Aprovecha el calor residual

Bulb España añade otros consejos como aprovechar el calor residual. Cerrar las puertas dentro de casa también ayudará a atrapar el calor en cada habitación, por lo que usarás menos energía para calentar espacios vacíos. Además, se recomienda que en caso de no tener un termostato o control individual de la calefacción, se configure para que se encienda 30 minutos antes de despertarte y luego se apague un par de horas más tarde. De este modo, la casa se mantendrá caliente gracias al calor residual sin gastar de más.

6. No pongas obstáculos

Tener un sofá, una mesa, una cama o unas cortinas bloqueando un radiador minimiza el efecto de la calefacción, dado que el calor es absorbido por los muebles. Secar la ropa en el radiador puede tener el mismo efecto, por lo que necesitarás más energía para calentar la habitación. Y puede generar humedad adicional en el aire y condensación. Para resolver este dilema, ¿por qué no pruebas a redistribuir los muebles de tu habitación o salón para que el radiador quede libre? Así llegará el calor a toda la sala y, de paso, le darás un nuevo aire a la estancia.

7. Cuidado en la cocina

Nevera, lavavajillas, horno… la cocina está llena de electrodomésticos que consumen mucha energía. Por lo general, +5°C es suficiente para un frigorífico y -18°C para un congelador. Además, intenta no meter comida caliente en la nevera y optimiza el almacenamiento para que el frío se distribuya correctamente. En cuanto al lavavajillas, utilízalo sólo cuando esté completamente lleno e intenta poner siempre los programas de lavado “eco” y de baja temperatura, así evitarás que la energía se vaya en calentar el agua. Por último, calienta la comida en el microondas en lugar de en el horno, ya que es uno de los electrodomésticos que más energía consumen. El microondas es más eficiente y tarda menos.

8. Ahorra en tus duchas

La ducha representa el 34% del consumo de agua en los hogares españoles. Esta rutina diaria no debería durar más de seis minutos, algo que solo cumple el 9% de los españoles (la mayoría las alarga más de diez minutos). Una ducha rápida por la mañana es la mejor opción para empezar el día sin desperdiciar agua.

9. Enfría tus lavadoras y evita el uso de la secadora

Lavar la ropa a una temperatura más baja te ayudará a ahorrar energía y dinero. De hecho, configurar tu lavadora en el programa de 30 grados puede ahorrarte unos 5 céntimos en la factura por cada lavado. Además, si puedes y tienes espacio, utiliza un tendedero interior para secar la ropa y evitar el uso de la secadora.

10. Alternativas a las pantallas

Hace frío en la calle, apenas se puede caminar por las aceras cubiertas de nieve, y la opción de pasar más tiempo enfrente del televisor gana fuerza. ¿Sabías que una hora de Netflix consume 6,1 kilovatios hora de electricidad? Es la misma energía que consume una bombilla LED durante todo un mes. Así que, ¿por qué no recuperar antiguos pasatiempos como leer un libro, pintar, compartir un juego de mesa en familia o aprender a tocar un instrumento?

11. Ilumínate con luz natural y LED

Anochece antes, y eso significa que necesitamos encender las luces antes y durante más tiempo. Instalar luces LED en casa marcará un antes y un después. Las bombillas LED no solo utilizan menos electricidad y emiten menos calor que las bombillas tradicionales, sino que su vida útil es mucho más larga y pueden superar las 50.000 horas de duración. Usar bombillas led puede suponer un ahorro de más del 80% pues necesitan mucha menos energía para su funcionamiento y la cantidad de luz que dan es la misma que las incandescentes. Otra buena práctica es reducir el número de bombillas por estancias, ya que en muchas ocasiones una lámpara tiene más de las necesarias o hay dos focos de luz muy seguidos. Se pueden eliminar algunas de estas bombillas o, en lugar de dos, utilizar una sola pero más potente, que consume menos.

12. Tarifa de discriminación horaria

La Unión de Consumidores recuerda que tanto para hogares con tarifa regulada o PVPC como para los que ajustan su factura eléctrica según el mercado libre, es posible contar con las ventajas de discriminación horaria. "Se trata de concentrar una gran parte del consumo eléctrico (al menos el 30%) en una franja horaria que va de las 22h hasta las 12h todo el año y desde las 23h a las 13h en verano". Estas serían, por tanto, las mejores horas para poner la lavadora o el lavavajillas, cocinar o cargar los dispositivos electrónicos, y evitar las horas normalmente más caras (14-17h y 21-22h). En los hogares con tarifa PVPC, "es mejor concentrar el consumo eléctrico el fin de semana, que suele ser más económico".