El río Amarillo en China es el sexto más largo del mundo con sus 5.464 kilómetros, abastece a 350 millones de personas, pasa por momentos de extrema sequía en el norte y, además, dos tercios de su caudal están inutilizados para el consumo por su nivel de contaminación tanto de acuíferos como de aguas superficiales. Esta es la situación, a muy grandes rasgos, a la que se enfrenta un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO), para ahorrar agua de la cuenca del río Amarillo al oeste de Pekín y modernizar 600.000 hectáreas de regadío. Se trata de un programa incluido dentro de la Chine-Europe Water Plattform (CEWP), creada en 2012, cuya última actuación ha llevado a este equipo de la Universidad de Córdoba a la región de Mongolia interior.

Según el catedrático de Economía Agraria de la UCO y director del equipo cordobés, Julio Berbel, se trata de «un proyecto de cooperación internacional de transferencia de conocimientos» entre España, la UE y China, en el que también colaboran el Real Instituto Geológico de Dinamarca y en el que participa la Universidad de Aarhus.

«El objetivo es lograr un ahorro de agua de la dedicada a la agricultura para que un 80% del volumen que se libere se destine a la industria y a la población, mientras que el 20% restante se dedique al medio ambiente», explica el profesor Julio Berbel.

Este programa cuenta con cuatro años para desarrollarse, hasta el 2021, y su presupuesto asciende a un millón de euros. De momento, de las 600.000 hectáreas regables chinas se han instalado sistemas de ahorro de agua en un 10% de las mismas como riego por goteo, bombas, pozos o contadores.

«Ahora mismo nos encontramos en fase de evaluación, puesto que necesitamos saber cuánto caudal se ha ahorrado en realidad con las medidas adoptadas», apunta el director del programa. Para Julio Berbel, España es «una referencia mundial» a la hora de ahorrar agua en la agricultura y de modernizar los sistemas de riego. «La transformación en España la hicimos entre el 2005 y el 2008 y en China están empezando. Todo parece más exótico si es el río Amarillo de China», bromea este experto. El equipo va a trasladar la experiencia realizada en ríos de España, como el Guadalquivir, a la cuenca del río chino.