El déficit hídrico ha marcado los últimos cuatro años agrarios, aunque la llegada de lluvias cuando más lo necesitaban los cultivos ha permitido atenuar la dramática situación en la que se encontraba la mayoría de las producciones. El agua ha llegado a toda la provincia, con valores que han fluctuado entre los 19 litros de Hinojosa y los 90 de Fuente Palmera. Sin embargo, no es suficiente. Además, hay que unir el bajo nivel de los embalses cordobeses (inferior al 30%). Esta adversidad, sin embargo, no ha impedido que el campo cordobés alcanzara el pasado año su mayor valor de la historia como consecuencia de la importancia del olivar y los altos precios del aceite. A pesar de ello, se constata la vulnerabilidad del sector agrario y la gran dependencia del agua.