La Agrupación de Hermandades y Cofradías Cordobesas, constituida en 1944 y que este año celebra su 70 aniversario, marcó un hito en el 2013 con la celebración del Vía Crucis Magno con motivo del Año de la Fe.

El acontecimiento, celebrado el 14 de septiembre, implicó directamente a 18 hermandades, congregó a miles de personas que llenaron el Casco Histórico y la Ribera y convirtió ese fin de semana a Córdoba en la capital cofrade de España.

A este acontecimiento hay que sumar la posterior Magna Rociera, que por primera vez en la historia y por un día desplazó la devoción y las simpatías rocieras desde Almonte hasta la capital califal.

Estos momentos únicos vividos en el 2013 coinciden con una época de esplendor de las cofradías cordobesas, en la práctica el único movimiento ciudadano que, al contrario del resto de tipos de asociaciones, ha visto cómo se disparaban las incorporaciones. De hecho, más de un tercio de los hermanos (ya más de 30.000) tienen menos de 35 años, según estimaciones de la Agrupación.

El Vía Crucis Magno del Año de la Fe, además de mostrar el potencial de las cofradías cordobesas, sin entrar siquiera en el aspecto religioso, también dio cuenta del impacto que este movimiento y el fenómeno en torno a la Semana Santa puede tener en Córdoba, incluido el aspecto turístico y económico. Más aún, la cita demostró que es posible reordenar la celebración para que la Carrera Oficial se traslade al entorno de La Catedral, usando la remozada Ribera como eje de los itinerarios.

El 2013 fue también el año en el que las cofradías, cuya actividad mueve anualmente 42 millones de euros en la ciudad (según un estudio de analistas independientes al inicio de la crisis), fue mucho más allá de la defensa del patrimonio cultural andaluz en torno a la Semana Santa, ya que están dando cuenta de su talla social al haber disparado los recursos económicos y humanos que destinan para hacer frente en los barrios a los más duros años de la crisis económica, tanto directamente a través de la obra social conjunta (20.000 euros) como con el 10% del presupuesto de cada cofradía (porcentaje que en ocasiones se llega a triplicar en muchas hermandades ) o con las miles de horas que los voluntarios dedicaron a proyectos benéficos y colaborando con otras instituciones como Cáritas.