Drones al servicio del olivar cordobés para mejorar su rentabilidad. Este ha sido el objetivo en el que ha trabajado durante dos años el Grupo Operativo de Agricultura de Precisión con Drones Aplicado al Olivar, en el que participan Asaja Córdoba, el centro Atlas, el Ifapa, el laboratorio Olivarum y la Universidad de Jaén, cuyos resultados se han presentado este jueves en la sede de esta patronal agraria cordobesa.

Este grupo pretende extender la denominada agricultura de precisión a cultivos como el olivar, los cítricos, y leñosos de hoja permanente "donde la dificultad de sombreado hay que solventarla, y por ese motivo planteamos este proyecto pensando en el olivar", ha explicado el secretario general de Asaja Córdoba, Rafael Navas.

En este sentido, Navas ha recordado que en el almendro, en la viña y en los cultivos extensivos ya se hace agricultura de precisión y se georreferencia todo, por lo que "no es nada nuevo que haya que inventarse, sino adecuarlo para que en el olivar también se pueda hacer. Por lo tanto, el presente y el futuro ya está aquí, y hay que empezar a cultivar con estas nuevas tecnologías, que para eso las tenemos".

Por su parte, el responsable del Centro de Vuelos Atlas, Anastasio Sánchez, ha señalado que el trabajo realizado a través de los drones ha consistido en la captación de imágenes a través de sensores para poder llevar a cabo un análisis posterior del estado del olivar. Es lo que tradicionalmente se ha hecho "a través de análisis foliares, pero que la agricultura de precisión nos puede llevar a obtener en un futuro no muy lejano este tipo de datos de una manera mucho más precisa y más rápida".

Georreferencia de todas las zonas de la explotación

Entre otros datos, los drones, a través de sensores y tecnología, pueden obtener los relativos a la cantidad de agua, de nutrientes, de crecimiento foliar, de masa foliar y de tamaño de copas de los árboles, lo que georreferencia todo.

"Esto permite el poder tener una foto muy exacta ya no solo de una plantación concreta, sino del estado de cada una de las zonas de su plantación, para aplicar de manera mucho más selectiva cualquier tipo de tratamientos fitosanitarios. Eso puede revertir también en un ahorro de productos, en una sostenibilidad mayor para el olivar, con lo que el proyecto no es solo algo tecnológico, sino que puede ir a la calle y esperemos que en el menor tiempo posible”, ha apuntado Sánchez.