Las agresiones sufridas por profesionales de la sanidad pública disminuyeron el pasado año en Córdoba un 26%, al pasar de 144 casos a 106, según datos aportados por la Consejería de Salud, ante la conmemoración el próximo jueves del día nacional contra los atentados en este ámbito. Esta bajada de este tipo de episodios en Andalucía no se produjo, ya que un año más en la comunidad autónoma las agresiones a sanitarios se incrementaron, entre el 2017 y 2018, un 10%, siendo de nuevo el perfil mayoritario de víctima las mujeres sanitarias. A pesar del descenso de casos de agresiones a sanitarios en Córdoba, este tipo de acciones violentas siguen cebándose especialmente con las mujeres, ya que, de los 106 casos que hubo, 88 fueron sufridos por trabajadoras (83% del total), mientras que de los 1.234 que hubo en Andalucía, 914 afectaron a féminas (74% de total).

El porcentaje de profesionales mujeres de la sanidad que sufren este tipo de violencia en el ejercicio de su trabajo es muy elevado en todas las provincias y se mantiene o incluso se ha incrementado en los últimos años. Así, durante el 2017, de las 144 agresiones a sanitarios que hubo en Córdoba, en 111 (77% del total) las víctimas fueron mujeres y de las 1.115 que hubo en Andalucía, 822 fueron sufridas por trabajadoras (73% del total).

Según los datos oficiales del propio Servicio Andaluz de Salud (SAS), recopilados por el sindicato de enfermería Satse en Andalucía, en apenas una década las agresiones contra profesionales de la sanidad andaluza se han incrementado «hasta niveles alarmantes, pasando de las 750 agresiones, físicas o verbales, registradas en el 2009 a las 1.234 contabilizadas en el último año», denuncia este colectivo.

LA EVOLUCIÓN / En los últimos años se ha producido un incremento significativo de los actos violentos contra trabajadores de la sanidad en Andalucía, pasando de los 1.000 del año 2016, a los 1.115 del año 2017 a los ya citados 1.234 del 2018. Por provincias, durante el pasado año, Málaga fue la que contabilizó mayor número de agresiones con un total de 309; seguida de Sevilla (282); Cádiz (140); Huelva (135); Jaén (109); Córdoba (106); Granada (83) y por último Almería, con 70 víctimas de agresiones.

En lo que se refiere al tipo de agresión, el sindicato de enfermería expone que principalmente se trata de agresiones no físicas, tales como insultos o amenazas, con 967 contabilizadas en toda Andalucía, frente a los 267 atentados físicos que constan en el registro de agresiones. En Córdoba, de los 106 episodios de este tipo que hubo, 32 fueron agresiones físicas y 74 no físicas (principalmente verbales).

En la lucha contra las agresiones a sanitarios, Policía Nacional y Guardia Civil están contribuyendo con su trabajo a prevenir también este tipo de hechos. El Ministerio del Interior, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, puso en marcha en julio del 2017 la figura del interlocutor policial sanitario, con el objetivo de conocer la problemática delictiva existente en torno a los centros médicos y a los profesionales de la salud, para adoptar en cada demarcación las medidas precisas, entre ellas la prevención y la formación, y así tratar de incrementar la seguridad y reducir las agresiones.

Las comunidades autónomas y las provincias han impulsado esta iniciativa en coordinación con los colegios sanitarios, con Policía Nacional y Guardia Civil.