Si los pronósticos se cumplen, será un otoño de setas . La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dio a conocer ayer sus predicciones para la estación que comienza justamente hoy, a las 10.21 horas, unos meses que se esperan en la Península Ibérica más cálidos y húmedos de lo habitual, particularmente en el Noroeste,

Curiosamente, los próximos meses otoñales estarán condicionados en el Valle del Guadalquivir por un fenómeno que está en su apogeo casi en el otro extremo del mundo. Se trata de El Niño, un fenómeno de cambio de las corrientes cálidas del Océano Pacífico que se traduce en periodos muy húmedos en América (especialmente la costa del Suramérica) y en Europa, mientras que se producen graves sequías en Oceanía y el Sureste Asiático. Al respecto, la portavoz de la Aemet, Ana Casals, informó ayer en rueda de prensa en Madrid y a la agencia a través de la web que la estación otoñal tendrá una probabilidad de que las lluvias sean más intensas entre un 60 y un 70% más en el Noroeste peninsular y entre un 50 y 55% en el resto.

UN GRADO ES UN GRADO Por otro lado, la temperatura estará entre los 15 y 16 grados, entre 0,5º C y 1º C más de la media. El dato parece no ser significativo, pero si se tiene en cuenta que el verano que hoy termina fue el más cálido en España desde 1961 y que solo estuvo 1,5º C por encima de la media, esto da una idea de cómo cualquier décima de más cuando se habla de temperaturas medias acaba suponiendo muchos días de calor.

De hecho, la Aemet aprovechó ayer no solo para anunciar sus previsiones para el otoño (la probabilidad de que sea más lluvioso en el Noroeste está entre el 60 y el 70% y en el Suroeste entre el 50 y el 55%), sino también para hacer balance de las anomalías registradas durante el pasado verano en la Península, en donde la máxima de todo el periodo se alcanzó en Córdoba el 6 de julio (45,3º C) en plena ola de calor que ha sido la más larga desde que hay registros en la mayoría de España, y sin duda en Córdoba, donde se registraron desde el 26 de junio hasta el 30 de julio máximas elevadísimas y alertas meteorológicas casi diarias.

AÑO HIDROLOGICO Otra cuestión es el año hidrológico (no confundir con el agrícola), que termina el 30 de septiembre. En el mismo, la Aemet ha registrado una bajada de las precipitaciones un 7% por debajo de la media en la Península. Curiosamente, las últimas lluvias y tormentas han hecho que este verano, además de caluroso, haya sido también más húmedo de lo normal, especialmente en el Sureste peninsular, mientras que en Galicia y en el Suroeste han sido muy seco.