El hombre diagnosticado de esquizofrenia y acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, tras supuestamente intentar matar a su padre con un cuchillo jamonero, ha expresado este miércoles ante los jueces que se arrepiente de los hechos, que no van a volver a suceder y que quiere "mucho" a su progenitor, quien desea que "se ponga bien y pueda ser controlado en un centro", según informa Europa Press.

Durante su declaración en el juicio de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que ha quedado visto para sentencia, el procesado ha explicado que se llevaba "bien" con su padre, pero el día de autos, después de haber dejado la medicación, perdió "el control", aunque no recuerda que le asestara puñaladas y ha negado que cogiera una silla y una muleta para golpearle.

Además, ha comentado que creía que su progenitor le echaba "veneno en las cosas que tomaba", si bien se ha mostrado "arrepentido" por los hechos, por los que se encuentra en prisión provisional en el módulo de enfermería.

Mientras, el padre ha detallado que después de que su hijo dejara de tomar la medicación requerida por su estado se encontraba "intranquilo y nervioso" el día de los hechos, a la que ha señalado que estaba "obsesionado" con que le ponía "ácido en las piernas y las comidas".

En relación al día de autos, ha aseverado que le dio con el cuchillo en varias zonas del cuerpo y que lo amenazaba con matarlo. No obstante, ha defendido que cuando se toma la medicación está "bien", aunque ha confesado que teme que le haga algo si está en casa y deja de tomar la medicación. Ante ello, desea que "se ponga bien y pueda ser controlado en un centro".

De este modo, la fiscal ha retirado la petición de ingreso en prisión durante cuatro años y la orden de alejamiento por el mismo tiempo, si bien ha mantenido los cuatro años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario, todo ello por el citado delito, con "la eximente completa de alteración psíquica".

En este sentido, la defensa se ha adherido a la petición del ministerio público, aunque ha solicitado que el internamiento sea "en un centro de Córdoba".

LOS HECHOS

Según recoge la calificación del ministerio público, los hechos ocurrieron sobre las 2,00 horas del día 14 de julio de 2017, cuando el procesado, que convivía con sus padres en la capital cordobesa, aprovechó que sus progenitores estaban durmiendo y entró al dormitorio, momento en el que presuntamente efectuó un corte en el rostro a su padre con el citado cuchillo, por lo que se despertó sobresaltado.

Así, se originó un forcejeo entre ambos al tratar la víctima de defenderse y en el transcurso del mismo, "y con ánimo de acabar con la vida de su progenitor", el acusado supuestamente le asestó varias puñaladas, al tiempo que le decía que lo había "llenado de ácido".

Aunque logró que su hijo soltase el cuchillo, "nuevamente fue agredido y golpeado por todo el cuerpo con una muleta y con una silla", a la vez que presuntamente le decía al padre que no le tenía miedo, que lo tenía que matar y que le había "llenado las piernas de ácido". Finalmente la víctima se zafó de su agresor.

Como consecuencia de ello, el padre sufrió heridas en distintas zonas del cuerpo, que "no han supuesto un riesgo para la vida de la víctima", aunque una de ellas "de haber sido un poco más profunda" habría "supuesto un grave riesgo para la vida del paciente".

Según la fiscal, en el momento de la comisión de los hechos, el procesado estaba diagnosticado de esquizofrenia paranoide y, según el médico forense, "atendiendo a la patología que padece y a la sintomatología que mostraba en dicho momento, debe considerarse que presentaba una anulación de su capacidad para conocer el alcance de sus actos, ni actuar conforme a este conocimiento".

Cabe destacar que el progenitor ha renunciado expresamente a cualquier indemnización que pudiera corresponderle por las lesiones sufridas, mientras que el acusado se encuentra en prisión comunicada y sin fianza desde el día 15 de julio de 2017.