La enfermedad inflamatoria intestinal, que engloba a la enfermedad de Crohn y a la colitis ulcerosa, es una patología crónica de la que este martes 19 de mayo se celebra su día mundial, y que tienen más de 300.000 personas en España, la mitad de ellas tienen entre los 20 y los 39 años. Con motivo de su día mundial, los pacientes quieren recordar que la productividad laboral no depende de la enfermedad, si no de las personas y de las empresas.

La edad media de diagnóstico se sitúa en torno a los 30 años, lo que supone “una influencia importante sobre el desarrollo profesional de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. Es a partir de esta edad cuando las personas empiezan a ganar estabilidad en el empleo y consolidan su perfil profesional, por lo que afrontar situaciones de pérdida de empleo,renunciar a ciertos puestos de trabajo o encontrarse en situación de incapacidad laboral en esta etapa suele tener un gran impacto”, tal como señala Aurora Navarro Cruz, presidenta de la Asociación Cordobesa de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (Aceii).

Desde Aceei sostienen que "trabajar con enfermedad inflamatoria intestinal, al igual que sucede con otras muchas enfermedades crónicas, es posible". Sobre todo cuando la empresa está comprometida y fomenta ambientes llenos de empatía, inclusivos y tolerantes con medidas laborales que facilitan el desempeño en sus tareas a las personas con crohn y colitis ulcerosa ya sea con una flexibilidad de horarios, la reducción de jornada o mayor comprensión. “La situación actual provocada por el covid-19, ha demostrado que se puede organizar el trabajo adaptandose, siendo flexible y utilizando los medios telemáticos de manera que favorezca la conciliacion y adecuación a las circunstancias de la enfermedad ”, tal como añade Aurora Navarro.

Así lo demuestra la presidenta de Aceii, de 39 años, directora general de Operaciones de Fepamic, tesorera de la institución, y patrona de la Fundación Fepamic, “mi trabajo exige una gran dedicación y responsabilidad, pero en el mismo he podido desarrollar mis capacidades y puedo trabajar en un área y dedicarme a una profesión totalmente vocacional, para lo que he contado con el apoyo de la entidad que nos facilita las adaptaciones necesarias para desarrollar nuestros puestos de trabajo”.

Para dar a conocer vivencias como la de Aurora, durante el 19 de mayo desde ACCU se compartirán testimonios de pacientes en redes sociales con la etiqueta #TrabajarconEII. Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa son enfermedades inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, que intercalan periodos de actividad, denominados brotes, e inactividad o remisión y afectan a personas de todas las edades. Algunos de los síntomas de la enfermedad de crohn y la colitis ulcerosa son el dolor abdominal, el cansancio o la incontinencia. A día de hoy no tienen cura y pueden llegar a ser una enfermedad discapacitante para aquellos que las sufren.

A pesar de afectar a un gran número de personas, al no dejar muchas señales visibles es una enfermedad de la que gran parte de la sociedad no ha oído hablar; de ahí la importancia de darla a conocer. Para los pacientes la enfermedad supone un impacto en su vida. Cerca del 79% de los pacientes con crohn y colitis ulcerosa consideran que su calidad de vida está bastante o muy afectada por la enfermedad. A un 47% les afecta a sus horas de sueño. El 55% tiene problemas emocionales, algo comprensible porque el proceso de afrontamiento de la enfermedad y sus limitaciones es no es sencillo y puede durar años. Además, todo esto puede afectar a las relaciones con las personas del entorno del paciente.