Los accidentes laborales se han reducido en Córdoba en torno a un 40% (dependiendo del sector de actividad) durante los meses de abril y mayo, en comparación con el primer trimestre del año, de acuerdo con las cifras de la Junta de Andalucía que han sido facilitadas a este periódico por el secretario de Salud Laboral de CCOO, Aurelio Martín.

Este responsable detalla que en servicios han bajado los siniestros un 40%; en agricultura, un 53%, y en industria y construcción, alrededor de un 40%, lo que en su opinión «refleja claramente el parón que ha habido en el empleo» a causa de la pandemia de coronavirus. Martín precisa que hasta el pasado mes de mayo se produjeron 2.701 accidentes con baja en el lugar de trabajo y 267 in itinere.

No obstante, recuerda que cuando han tenido lugar crisis anteriores la siniestralidad ha aumentado en la etapa posterior «porque una de las medidas utilizadas para superar la crisis es la reducción de la inversión en prevención». De ahí que en su organización «vamos a estar muy pendientes de cómo evoluciona la siniestralidad y la prevención de riesgos en las empresas», porque «no tenemos que olvidar que los trabajadores deben tener una protección adecuada y que detrás de los números hay familias enteras», explica.

Consultado por la situación de las bajas laborales en Córdoba, que sigue a la cola del país por la incidencia entre sus trabajadores, señala que esta provincia «lleva mucho tiempo a la cabeza en cuanto a paro y esto influye, porque los trabajadores sienten una inseguridad que les hace anteponer el mantenimiento del empleo a la salud». A consecuencia de ello, la duración de los procesos es más elevada que en otros territorios, ya que «las bajas que más se dan son las más graves», puntualiza.

En cualquier caso, subraya que los datos de estos meses serán «especiales» a causa de la crisis generada por el covid-19 y lamenta que «los servicios de prevención no han estado a la altura, se han quedado un poco al margen y han dejado desprotegidos a los trabajadores». De este modo, como han indicado las mutuas, confirma que «hay personas que, por miedo, han decidido coger una baja, porque no se les ha atendido como era de esperar. Fundamentalmente, de colectivos vulnerables», aunque también «hay gente que ha preferido coger vacaciones», indica. Este responsable sindical comenta que, «sobre todo al principio, estábamos escasos de mascarillas y de gel hidroalcohólico, no había procedimientos para mantener las distancias de seguridad y para saber cómo se podían realizar los trabajos», mientras que después «no se ha comprobado que la situación haya mejorado en la empresa, porque los servicios de prevención no han ido al tajo», critica.

Precariedad

Por su parte, el secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de UGT, Jaime Sarmiento, avanza que «todavía tenemos que ver la incidencia que el covid-19 ha tenido en los datos, ya que las bajas laborales no se produjeron solo por las personas que enfermaron, sino por las que estuvieron aisladas por protocolos de prevención».

Acerca del balance de las incapacidades temporales en Córdoba, destaca que la provincia «mantiene la misma tónica, con menos bajas pero más duraderas», lo que a su juicio responde a que «la precariedad del mercado laboral hace que los trabajadores y trabajadoras aguanten todo lo posible antes de cogerse una baja por miedo a perder su puesto».

En este sentido, Sarmiento añade que «las últimas reformas laborales han propiciado este clima de temor entre los trabajadores, que tan solo se acogen a una incapacidad temporal en casos de mucha gravedad o intervención quirúrgica, por eso, cuando las toman suelen ser más duraderas». Así, insiste en reivindicar la derogación de estas normativas «para que empecemos a recuperar los derechos laborales que se han ido perdiendo». A modo de ejemplo, recuerda que «hasta hace unos meses, estaba permitido despedir a un trabajador estando de baja sin ningún pudor ni consecuencia legal».