Cuando la mayoría de los cordobeses todavía compartían brindis por la llegada del año nuevo, en Cabra una nueva vida cargada, sin saberlo, de innumerables esperanzas se asomaba al mundo. A Abigail Toro García se le ocurrió nacer a las 0,40 horas de este primer día del año para dar actividad al Hospital Infanta Margarita.

La bebé ha pesado al nacer 3,160 kilos, que no está nada mal, y sus padres, Alonso y Claudia Gisella, ven aumentar a cuatro las hijas a las que ya sustentan en Lucena, ciudad donde residen desde que llegaron de Nicaragua ella y de Colombia él.

La alegría de la familia Toro Garcia era más que evidente, si se mira la foto en la que aparecen con la mayor de la familia, Estefania Gisella, de 21 años de edad. Sus otras dos hermanas son Ciara, de 13 años y Naomi Alexandra, de 10.

La segunda

La segunda en asomarse a la vida ha sido otra niña, Ana Paula, que vino al mundo en el otro extremo de la provincia, en el Hospital del Valle de Los Pedroches, de Pozoblanco a las 4,59 horas, después de que su madre, Josefa, de 32 años, se pusiera de parte poco antes de las diez de la noche. Ha sido un parto complicado, porque "la niña venía de atravesada", explica la madre a este periódico. Por ello, se tuvo que recurrir a la cesárea. Al final, todo salió bien. Ana Paula, que actualmente se encuentra en la incubadora hasta que tome algo de peso, pesó al nacer 2,080 kilos, pero madre e hija se encuentran en perfecto estado. Ana Paula es la primera hija de la Josefa, pero la tercera de su padre, Daniel García. Sus dos hermanas mayores, Verónica, de 15 años, y Esther, de 13, esperan impacientes en El Viso, localidad en la que residen, para conocer a la benjamina de la familia.

El tercero

Algo más tarde, ya cerca del amanecer, le tocó el turno al esperado Hugo. Todo un hombretón de casi cuatro kilos (ha pesado 3,910), que quiso hacerse presente justo antes de los primeros rayos de sol, a las 5,22 horas, en el Hospital Universitario Reina Sofía. Es el segundo hijo de Rubén Rodríguez y Lucía Azahara Crespo y vendrá a satisfacer el deseo de su hermano mayor, Helios, quien llevaba tiempo reclamando a sus padres un compañero de juegos.

Lucía Azahara y Rubén Rodríguez, con el pequeño Hugo. Foto: MIGUEL ÁNGEL SALAS