La caída continúa de pedidos y precios, y la consiguiente pérdida de rentabilidad, es la principal causa a la que alude la multinacional ABB para la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) que prevé el despido de 49 trabajadores en la planta de Córdoba, de los que 15 se producirían por el cese de la actividad de la línea de ensamblajes de interruptores de alta tensión y 34 corresponden al negocio de transformadores (a los que se unen otros 10 en la planta vizcaína de Trapagaran). La empresa aseguró ayer en un comunicado que esta decisión se toma como «única vía» para dotar de competitividad a la compañía «en un contexto de caída continuada de pedidos y precios provocada por los nuevos competidores del mercado y las políticas proteccionistas en varios mercados de exportación». Además, advierte de que la entrada de nuevos competidores asiáticos de bajo coste, «a través de una oferta comercial de precios agresiva y el fuerte proteccionismo que están implantando determinadas regiones de exportación, están provocando que la compañía asuma una estructura de costes sobredimensionada que afecta directamente a su competitividad».

La multinacional, que ayer se reunió por primera vez con los sindicatos para presentarles la documentación en un proceso negociador que se extenderá durante las próximas cuatro semanas, precisa que ha tratado de atajar la situación «con la contención y reducción de costes, la optimización de recursos y con un aumento de la actividad de la línea de ensamblaje con pedidos de nuevos mercados, en el caso de interruptores de alta tensión». Sin embargo, «los resultados económicos no han sido suficientes como para revertir este escenario».

Estos datos coinciden con los avanzados por este periódico y que son similares a los que propuso la empresa en un plan de viabilidad que se retiró en Semana Santa al no acogerse los trabajadores esperados, pues solo se cubrieron las prejubilaciones, mientras que no se llegó a lo que preveía la empresa en bajas incentivadas y traslados a la planta de Zaragoza. ABB es una de las históricas industrias del metal de Córdoba y uno de los siete grandes centros de producción y servicio que tiene ABB en España. Se dedica a la fabricación de transformadores eléctricos de gran potencia (por encima de los 200 MVA) e interruptores de alta tensión, además de prestar servicios de reparación, mantenimiento y mejora de transformadores y subestaciones eléctricas.

En la actualidad, la multinacional se encuentra en un proceso de venta del negocio de power grids (redes eléctricas) al grupo japonés Hitachi. Precisamente, Hitachi ha constituido una empresa en España para asumir el negocio que tiene en nuestro país la multinacional suiza. A mediados del próximo año está previsto que culmine este proceso de absorción.

ABB facturó en España en el 2017 cerca de 750 millones de euros, de los que unos 150 millones correspondían a la planta cordobesa. Asimismo, en la actualidad da empleo a unos 350 trabajadores en Córdoba y es una de las principales industrias del metal situadas en la provincia.

El pasado año ya se produjeron movilizaciones en la planta cordobesa ante las intenciones que tenía la empresa de trasladar la maquinaria y la línea de corte de chapa de la fábrica a su centro de Turquía. Entonces, desde el comité de empresa se advirtió de que podía tratarse de un proceso para iniciar el desmantelamiento de la planta cordobesa.