Caída de pedidos y de precios, que están afectando a la rentabilidad. Esa es la causa que alega ABB para reducir su plantilla en las plantas de Córdoba (49 trabajadores) y Vizcaya (10). Hoy se ha iniciado el proceso de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE), que se extenderá durante cuatro semanas y que plantea la reducción de un 14% de los trabajadores de Córdoba. Fuentes de la empresa han precisado que ABB cesará la actividad de ensamblajes de interruptores de alta tensión, en la que se verían afectadas 15 personas en Córdoba, a lo que se uniría también un ajuste en la capacidad de producción de transformadores grandes y medianos de potencia, que repercutiría en 34 empleados en Córdoba y otras 10 en Trapagaran (Vizcaya). "Esta decisión se toma como única vía para dotar de competitividad a la compañía en un contexto de caída continuada de pedidos y precios provocada por los nuevos competidores del mercado y las políticas proteccionistas en varios mercados de exportación", señala la multinacional. Además, advierte de que la entrada de nuevos competidores asiáticos de bajo coste, "a través de una oferta comercial de precios agresiva y el fuerte proteccionismo que están implantando determinadas regiones de exportación, están provocando que la compañía asuma una estructura de costes sobredimensionada que afecta directamente a su competitividad".

Del mismo modo, ABB precisa que ha tratado de atajar la situación con la contención y reducción de costes, optimización de recursos e incluso un aumento de la actividad de la línea de ensamblaje con pedidos de nuevos mercados en el caso de interruptores de alta tensión. Sin embargo, "los resultados económicos no han sido suficientes como para revertir este escenario".

Estos datos coinciden con los avanzados por este periódico y que son similares a los que propuso la empresa en un plan de viabilidad que se retiró en Semana Santa al no acogerse los trabajadores esperados, pues solo se cubrieron las prejubilaciones, mientras que no se llegó a lo que preveía la empresa en bajas incentivadas y traslados a la planta de Zaragoza.

ABB es una de las históricas industrias del metal de Córdoba y uno de los siete grandes centros de producción y servicio que tiene ABB en España, dedicándose a la fabricación de transformadores eléctricos de gran potencia (por encima de los 200 MVA) e interruptores de alta tensión, además de prestar servicios de reparación, mantenimiento y mejora de transformadores y subestaciones eléctricas.

Este anuncio de presentación del ERE se produce en pleno proceso de venta del negocio de power grids (redes eléctricas) al grupo japonés Hitachi. Precisamente, Hitachi ha constituido una empresa en España para asumir el negocio que tiene en nuestro país. El proceso de absorción culminaría, si lleva a buen término, a mediados del próximo año. Fuentes de la empresa indicaron a este periódico en enero que esta operación abría nuevas posibilidades por la dimensión de la firma japonesa, que factura el doble que ABB y «tiene una trayectoria centenaria, potente y con implantación en más de cien países».

ABB facturó en España en el 2017 cerca de 750 millones de euros, de los que cerca de un 15% correspondían a Córdoba.