¿Qué pasa con el dinero que depositamos a diario en los bancos? ¿Tienen nuestros ahorros algún efecto social? Para responder a estas preguntas, la Fundación Bancaria La Caixa hizo ayer una presentación en la que poner cara a algunas de las entidades sociales que reciben parte del beneficio que generan los depósitos de sus clientes, entre ellas, Cruz Roja, la unidad de cuidados paliativos del hospital Reina Sofía, el Comedor Social de los Trinitarios o Fundación Don Bosco, Adsam o Cic Batá. Según Marc Simón, subdirector general de la fundación, «empezamos hace 114 años, cuando no había pensiones, ayudando a los mayores en situación de dificultad a envejecer con dignidad y desde entonces estamos comprometidos con la población en situación de exclusión». En ese intento de cercanía y eficiencia,

Bancaria La Caixa es la cara amable de la entidad y, según su director territorial, Rafael Herrador, trabaja en la atención integral a personas con enfermedad avanzada, en proyectos para fomentar el empleo y la formación de jóvenes desfavorecidos, facilitando el acceso a la vivienda social, evitando que los mayores se vean condenados a una soledad no deseada y colaborando en la dotación de elementos básicos como zapatos nuevos o material escolar para los niños. En el encuentro de ayer, se dio a conocer también la labor que realizan los empleados de La Caixa que ejercen voluntariado, 142 solo en la provincia.

Pero más allá de los datos económicos, fueron los testimonios de los receptores de las ayudas quienes tradujeron en imágenes para qué sirven las subvenciones que reciben de esta fundación. Eduardo García, director del comedor trinitario, subrayó la larga trayectoria de colaboración entre ambas. «Somos un matrimonio consolidado ya», dijo, antes de agradecer la ayuda para ofrecer alimentos frescos en el comedor. «No solo de arroz vive el hombre, también necesita carne o fruta», comentó, antes de recordar a Rafi, «una madre de 5 hijos que se emociona cuando recibe las cajas de zapatos nuevos» y Emilio, un joven al que el programa de inserción laboral le ha cambiado la vida porque ya tiene empleo. El doctor Antonio Yergo también expuso el cambio sustancial que se ha visto en la atención a enfermos terminales en el Reina Sofía gracias a la dotación de personal y recursos aportada por la fundación.