La hermandad de la Paz volvió ayer a hacer historia, en esta ocasión alrededor de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia que este año conmemora el 75 aniversario de su bendición.

Para esta ocasión, la imagen fue trasladada a la Catedral el pasado viernes en una sencilla parihuela acompañada por cientos de hermanos. La imagen fue depositada en el altar mayor del primer templo dispuesta para presidir la misa de acción de gracias celebrada en la mañana de ayer.

La eucaristía, que contó con el coro de la Fundación de Ferrocarriles Españoles, estuvo presidida por el canónigo de la Catedral José Juan Jiménez Güeto, quien en una intensa y emotiva homilía animó a los cofrades de la Paz a mirar a Jesús de la Humildad y Paciencia, cuya mirada «atrapa».

Ya por la tarde, a las 19.00 horas, se comenzó a organizar la procesión extraordinaria de vuelta a Capuchinos. Puntualmente, la centuria romana de Montilla llenaba de colorido el Patio de los Naranjos abriendo el camino a un nutrido cortejo formado por hermanos y representaciones de otras hermandades que acompañaron a Jesús de la Humildad hasta su sede canónica. En el interior, cerca de la capilla de Villaviciosa, ya se comenzaba a mover el paso de misterio de la cofradía de la Paz, que lentamente avanzaba entre las naves de la Mezquita-Catedral. Poco después, el paso quedó enmarcado en la puerta de las Palmas de la Catedral cordobesa ante una gran expectación que esperaba al otro lado de la puerta.

El imponente paso de misterio fue exornado para esta histórica ocasión con flores en color rojo y morado. En lo que respecta a Jesús de la Humildad, lució la nueva túnica donada por la cuadrilla de costaleros con motivo de esta efemérides, una pieza bordada en oro sobre terciopelo por Jesús Rosado bajo diseño de Rafael de Rueda.

Así se abría paso ante un Patio de los Naranjos abarrotado de público que aplaudió en varias ocasiones el característico andar de este paso de misterio acompañado musicalmente por la cordobesa banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de la Salud, que acompañó al misterio hasta la plaza del Potro. Fue aquí donde tomó el relevo la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz, que continuó hasta su recogida.

La procesión llevó a Jesús de la Humildad y Paciencia por un largo recorrido en el que muchos cordobeses tuvieron la oportunidad de verlo. Así se dirigió hacia Puerta Nueva, Ronda de Andújar para llegar al barrio de San Lorenzo. De ahí tomó Santa María de Gracia para dirigirse a San Andrés pasando por la casa donde vivió sus últimos años el imaginero Juan Martínez Cerrillo, autor de la imagen, muy presente a lo largo de esta celebración.

Tras este momento, la comitiva continuó en dirección a Santa Marina, Conde de Priego y Puerta del Rincón, buscando los Jardines de la Merced donde se vivió uno de los puntos álgidos de esta salida extraordinaria. Una procesión extraordinaria que anoche puso el broche de oro a los actos celebrados por la cofradía en honor de su titular en un recorrido por la ciudad que dejó momentos para la historia en enclaves hasta ahora inéditos para la cofradía, dejando a la vez su sello de siempre en aquellos lugares donde estamos acostumbrados a verla como la Plaza de Capuchinos donde al cierre de esta edición quedaban algunas horas para su llegada.