Decir que hay un antes y un después en la agricultura, la labor que transformó al hombre y creó la sociedad humana hace 10.000 años es, como mínimo arriesgado. Pero como la verdad solo tiene un camino, también es cierto que el rector de la Universidad, José Carlos Gómez Villamandos, no exageró cuando ayer confesaba a la prensa que «la agricultura en España no sería igual hoy en día».

Sencillamente, era la constatación de un hecho que había que celebrar anoche, en el Campus de Rabanales, porque sin esos 6.000 ingenieros salidos de las aulas de la Etsiam, los 900 estudiantes actuales, los profesores de cinco décadas, los proyectos nacionales e internacionales liderados, posiblemente la UCO no estaría donde está, entre las cien mejores universidades del mundo según algunos rankings especializados, como recordó el consejero de Ecomomía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano. Ni «tampoco sería igual la propia ciudad», consideró el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, por «la contribución al desarrollo de Córdoba y España» del centro. De hecho, esos últimos méritos son los que ha reconocido el Ministerio para otorgar a la Etsiam la Placa de Oro al Mérito Agrícola.

Pero antes de que llegue ese acto (será el 28 de mayo), ayer fue la propia Etsiam la que entregó reconocimientos para hacer justicia a su historia, a su presente y a su futuro a través de muchas instituciones y, especialmente, a personalidades.

Al respecto, no se podía comenzar con otro homenaje que no fuera el que se rindió a José Ruiz Santaella, el humanista y primer director de la Etsiam, que fue recordado por su hija, Margarita Ruiz Schrader. Después llegarían los reconocimientos para los otros 7 exdirectores del centro, la asociación de antiguos alumnos de la Etsiam, las cinco denominaciones de origen protegidas de la provincia, los tres parques naturales cordobeses, las organización agrarias Asaja, UPA y COAG; diversas firmas emblemáticas del entorno empresarial, entidades financieras (la fundación Caja Rural del Sur, el Servicio Agrario de Cajasur) e instituciones públicas relacionadas con la agricultura el medio ambiente y la ciencia.

Tras una intervención de la actual directora de la Etsiam, Rosa Gallardo Cobos, llegó el momento de las distinciones principales de la gala, que correspondieron al Ayuntamiento (lo recogió la propia alcaldesa, Isabel Ambrosio), el Ministerio de Agricultura y la Junta.

La velada se cerró con un cóctel en el exterior del Salón de Actos Juan XXIII, ocasión para, en un ambiente menos formal, recordar viviencias y reencontrar amistades.