La mitad de los negocios del sector del turismo prevén reducir su plantilla, mientras que la otra mitad tienen en mente dejarla como está. Solo un 2% estiman que aumentarán el número de trabajadores con los que cuentan en relación a los que tenían antes de la crisis sanitaria. Son datos extraídos de la Encuesta sobre la situación actual, problemática y perspectivas de recuperación del sector turístico cordobés en el escenario del covid-19, presentada este jueves por el profesor de la UCO y director del Centro de Análisis y Prospectiva del Turismo en Córdoba (Capt), Manuel Rivera.

En este informe se ve cómo el 35% de los empresarios augura unas perspectivas "muy negativas" de recuperación de la actividad del sector, que solo en el mes de marzo tuvo pérdidas de 150 millones de euros, mientras que el futuro es muy halagüeño para menos del 5%.

La reducción de plantilla afectará a entre un 90% y un 100% de los trabajadores en el 46% de los negocios consultados; mientras que un 26% piensan que repercutirá en una horquilla que va del 25% al 50%. Después, hay un 11% que cree que la merma se producirá entre el 50% y el 75% de sus trabajadores; un 9%, entre un 75% y un 90%; y un 8%, en menor medida, entre un 10% y un 25%.

El 95% de los negocios relacionados con el turismo alertaron cuando se realizó el estudio de que este verano se iban a producir caídas en la facturación por cierre total o por descenso de la demanda. En concreto, el 55% de las empresas consultadas estiman un descenso en la facturación mientras que el 40% aluden a una bajada del 100% al tener cerrado el negocio. Esa merma en la facturación está en una horquilla del 75% y el 90% en el 32% de las empresas; de entre el 25% y el 50% en el 23%; de entre el 50% y el 75% en otro 23%; del 90% al 100% en el 18%; y de menos de un 25% en el 4%.

El 61% de los empresarios consideran que la recuperación tardará más de un año y no llegará hasta finales del 2021 y hay un 21% que incluso está convencido de que será a más largo plazo. Además, casi un 64% cree que esa recuperación se producirá primero en los alojamientos de turismo rural. Después, hay un 42% que opina que también llegará antes a restaurantes, tabernas y cafeterías; y un 36% estima que se percibirá en empresas de turismo activo y naturaleza.

Hoteles, pensiones y hostales son los negocios que necesitan más ayuda, según señalan el 78% de los empresarios, seguidos de restaurantes, tabernas y cafeterías, que destacan el 46% de los encuestados.

Buscar nuevos clientes y segmentos de mercado como el nacional y de proximidad es la estrategia de recuperación elegida por el 36% de los encuestados; reinventar la identidad del negocio y readaptar la oferta es la opción del 33%; y bajar precios es la alternativa que plantea el 31%. En cambio, solo un 9% propone asociarse con otros empresarios locales para vender productos compartidos.

Casi el 77% de los negocios piensa que necesita deducciones o exenciones de tipo fiscal y un 43% cree que precisa créditos con tiempos de carencia flexibles, subvenciones a fondo perdido e incentivos para pymes. Llaman la atención los pocos empresarios que se han acogido a créditos ICO, solo un 25%. Entre los que los han pedido, el 33% han solicitado entre 18.000 y 50.000 euros.

La encuesta no solo se ha realizado entre alojamientos turísticos de todo tipo (incluidas viviendas) y hostelería, sino que abarca también museos, monumentos, tiendas de souvenirs y artesanía, agencias de viaje, guías turísticos, empresas de rutas y de turismo activo y organizadores de congresos. El 55% de los encuestados son autónomos y el 70% realizan su actividad en la capital.

Pérdida de clientes e ingresos

El 73% de los negocios confiesan que entre marzo y junio, mientras duró el estado de alarma, perdieron clientes en relación a un año antes porque tuvieron que cerrar, mientras que un 26% lo hicieron a pesar de continuar con su actividad. De ellos, el 37% afirman que perdieron entre el 90% y el 100% de sus clientes. Además, el 76% estiman que tuvieron una caída de ingresos del 100% por el cierre mientras que un 26% percibieron también merma a pesar de estar abiertos (el 29% de los mismos aluden a bajadas del 90 y 100%). Más de la mitad, un 60%, se quejan de que el pago de impuestos y los gastos fiscales son los que más afectan a la estabilidad de sus negocios.

En cuanto a la situación de la plantilla durante el estado de alarma, el 45% de las empresas cerró y despidió a todos los trabajadores; un 26% realizó ERTE; un 6% despidió a una parte; y un 23% no hizo cambios.

Respecto a los reembolsos que han tenido que afrontar por cancelaciones, el 23% hablan de más de 6.000 euros; un 12%, de entre 3.000 y 6.000; un 16%, de entre 1.500 y 3.000; y otro 16%, de menos de 1.500.

El turismo rural, "el colchón"

Si las pérdidas de marzo fueron grandes, las detectadas en el segundo trimestre, que está evaluando la UCO, serán mayores, con una recuperación entre julio y agosto que ha ido a más en el puente del Pilar. En un año bueno como el 2019, el sector turístico tuvo un impacto directo de 1.500 millones de euros, según ha señalado Rivera antes de la presentación del estudio.

El impacto de la crisis ha sido "muy importante", en palabras de Rivera, aunque Córdoba no es la provincia ni la capital con peores datos. El turismo rural, asegura, ha servido de "colchón para evitar un impacto mayor". Rivera ve el turismo rural como una "oportunidad", aunque afirma que la provincia necesita una "promoción específica", ya que muchos desconocen la oferta que tiene, entre la que están los parques naturales. En este sentido, considera que faltan equipamientos y una mejora en la accesibilidad. A su juicio, la oferta de turismo rural hay que integrarla en la global de la ciudad, ya que "son complementarias y no compiten entre si".

Con los datos de este estudio Rivera concluye que más de la mitad del empresariado del sector turístico cordobés está formado por autónomos y micropymes "con poca capacidad de gestión empresarial y poco personal empleado", por lo que es "un tejido muy atomizado, muy fragmentado" y eso es "un hándicap", lo que lleva a una situación de "fragilidad". Entre sus conclusiones está que "el sector del turismo tiene una capacidad de desarrollo importante pero es un gigante con los pies de barro".

De la encuesta destaca cómo el subsector de los hoteles "es el más afectado por la crisis" y el que "necesita más ayudas" y "uno en los que más va a costar la recuperación". Solo en julio, señala, en Córdoba había cerrados más del 58% de los hoteles, cifra que en agosto bajó al 48%. A su juicio, la recuperación del puente del Pilar ha sido "insuficiente".

A esto se une que muchas viviendas con fines turísticos han cerrado por su falta de rentabilidad y que algunas se han reconvertido al alquiler tradicional. En el caso de Córdoba piensa que hay una sobreoferta de este tipo de alojamiento en la Judería y en el entorno de San Francisco y Ribera. En este sentido, anima a abordar la problemática de los agravios comparativos entre las viviendas y hoteles y la competencia desleal.

Entre las propuestas que realiza para mejorar el sector está la de comercializar por canales directos, y no por intermediarios de fuera, y la profesionalización.

La primera teniente de alcalde del Ayuntamiento, Isabel Albás, que es la responsable de Turismo, ha asegurado durante la presentación del estudio que el trabajo de la UCO servirá de base para la toma de decisiones en relación con el sector.