Carmen Pinillos es de las pacientes de Córdoba que más tiempo lleva conviviendo con un trasplante renal, en concreto 31 años y medio, pues cuando llegue el 30 de noviembre hará 32 años. La más veterana es Dolores Santos, que en diciembre cumplirá 36 años trasplantada. Carmen Pinillos, que trabajaba como profesora de educación física, cuando supo que necesitaba un trasplante, «lo único que pedía era poder ganar tiempo para criar a mis tres hijos» que entonces eran muy pequeños. Pero no llevaba ni un año en diálisis cuando apareció un donante compatible y pudo ser trasplantada. Un riñón de su donante lo recibió ella y el otro un paciente de Jaén. La diálisis se la realizaba Carmen en su casa con la ayuda de su marido, Antonio Ávila (expresidente de Alcer Córdoba). La diálisis no impidió a esta mujer seguir con su trabajo. Incluso un pequeño tiempo después del trasplante, Carmen continuó en su puesto de profesora. Aunque reconoció ayer que cuando la avisaron de que había un posible riñón para ella sintió «mucho miedo», tras la intervención se sintió muy bien, pues no solo ha podido ver crecer a sus hijos sino que además tiene ya un nieto de 23 años.

«Los trasplantados no sabemos cómo agradecer a los donantes su generosidad. Me encontraba mal y la diálisis fue una gran ayuda para mantenerme con vida hasta que llegó el trasplante. El injerto me dio la oportunidad de vivir un otoño maduro, porque mayor no me siento», añadió.

El primero de los trasplantes que realizó el Reina Sofía fue un injerto renal, recibido por Miguel Berni, fundador de la asociación de trasplantados renales Alcer en Córdoba. La operación tardó porque fue la primera que se hacía, pero fue bien, aunque poco después se produjo el rechazo. Carmen Berni, una de las hermanas de Miguel, recordó que cuando los médicos le comentaron a Miguel que recibiría pronto otro riñón, él les dijo que fuera para otro paciente. «Miguel era muy especial. Su esfuerzo ha servido para mucho. Nos daba vida a la familia. Era bajito de estatura, pero grande de corazón», comentó Carmen, que sigue hablando de su hermano mucho en presente porque siente que está aún con ella y con sus otros seis hermanos. Carmen Berni insistió en trasladar el mensaje de la importancia de la donación, ya que «donar órganos es dar vida a otras personas».