25 años han pasado ya desde que un grupo de jóvenes empresarios cordobeses, liderados por Manuel Reina, decidieran unirse para sumar fuerzas y crear un frente común a favor del emprendimiento. La tarea no era fácil. Según relata el actual presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Francisco Castejón, en 1993 menos de un 8% de los jóvenes que salían de la Universidad pensaban en convertirse en empresarios y los que lo hacían se enfrentaban al reto solos, sin ningún tipo de ayuda. Desde entonces, lo que empezó siendo un grupo de cinco amigos (además de Reina, Antonio Macías, Juan Carlos Lizana, Juan Ayllón, Francisco de la Cruz y Jaime Areñas), ha ido creciendo y actualmente AJE está compuesta por más de 200 socios que, contra viento y marea, son capaces de generar más de 350 millones de euros anuales de actividad económica en la provincia, además de unos 4.000 empleos, según indica un informe reciente sobre el impacto de AJE en Córdoba.

Entidad sin ánimo de lucro, AJE se define como un grupo de «jóvenes con ideas, iniciativas y un gran entusiasmo por llevar a la práctica sus proyectos y poner en marcha empresas» que se han asociado «para darse a conocer, dar respuestas a sus proyectos, resolver problemas y salvar dificultades que de forma aislada no podrían solucionar y para estar informados y asesorados». Además de eso, este equipo se ha convertido poco a poco en interlocutor con las autoridades, con la Universidad y con el ámbito educativo cuando se trata de plantear medidas para fomentar la vocación empresarial, que tanta falta hace en una provincia como Córdoba. La realidad ha cambiado mucho, pero aún hay muchos obstáculos.

La asociación nació en un momento de dificultad económica importante y, en su trayectoria, ha tenido que hacer frente a la última crisis económica, que ha dado al traste con muchas aspiraciones empresariales. En este contexto, Castejón reivindicó el orgullo de ser empresario e insistió en que «esta sociedad no se puede permitir el lujo de que proyectos empresariales con alto potencial de éxito no se lleven a cabo por falta de recursos o por trabas burocráticas». Los jóvenes empresarios creen que el futuro pasa por fomentar la creación de negocios, abogan por respaldar las grandes ideas con dotación suficiente para su puesta en marcha, por reconocer la figura del joven empresario para animar a más personas a embarcarse en esta aventura y reclaman a los políticos «que no nos molesten». Y es que, «las leyes no pueden poner chinitas al empresario en su camino con burocracia o normativa que encarezca sus productos sin ofrecer un valor añadido».

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ha acudido a la cita, donde ha reconocido la trayectoria de la asociación y el empuje de «los que se han atrevido a dar un paso adelante en la aventura de poner en marcha vuestro proyecto» y subrayó que «la solución al desempleo depende en gran medida de la iniciativa privada como motor de desarrollo económico», por lo que ha animado a seguir fomentando las vocaciones empresariales entre los jóvenes. La gala, que presentó el humorista Manu Sánchez y que ha contado con el respaldo de una amplia representación institucional, reunió en el Rectorado a más de 300 personas en la celebración de un aniversario que pretende ser impulso para cumplir, como mínimo otros 25 años de AJE.