La delegación territorial de Salud y Familias ha informado de que 146.543 cordobeses se han vacunado contra la gripe durante las primeras cinco semanas de campaña y, de estos, el 64% son personas mayores de 65 años.

En este sentido, hay que aclarar que, aunque la vacunación comenzó el 14 de octubre pasado (el balance se refiere al 15 de noviembre), en el caso de los usuarios de residencias la labor se inició el 8 de octubre "por su especial vulnerabilidad". También empezó en la misma fecha entre los profesionales de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de atención primaria y hospitalaria, y Salud ha destacado su voluntad de realizar un "énfasis especial" en los trabajadores que tienen contacto continuo con pacientes de grupos de alto riesgo.

Las primeras estimaciones realizadas por la Consejería de Salud y Familias apuntan que en la temporada 2020-2021 se ha incrementado el número de personas que se vacunan de la gripe en Andalucía respecto al año pasado, aunque las fuentes consultadas no han podido facilitar datos para Córdoba.

Consultadas por la cifra de pacientes a la que esperan llegar con la vacuna, las mismas precisan que "no se puede hacer una estimación" y explican que el objetivo es conseguir una cobertura superior al 75% en la población de 65 o más años de edad; alcanzar a más del 75% de los trabajadores sanitarios (del sistema sanitario público) y vacunar a más del 60% de las mujeres embarazadas y las personas con condiciones de riesgo.

Dos empresas suministradoras

La vacuna de la gripe es adquirida en Andalucía a las sociedades Sanofi Aventis y Seqirus Spain. Acerca del procedimiento que se sigue para suministrarla, desde Salud han indicado que cuando llegan a los distritos sanitarios, "como productos biológicos susceptibles de sufrir alteraciones, deben permanecer en perfecto estado de conservación hasta el momento de su administración para poder garantizar su inmunogenicidad y evitar efectos adversos".

Así, detallan que "el almacenamiento de las vacunas requiere conservarlas en frío, con una temperatura entre 2º centígrados y 8º centígrados", y puntualizan que, "para ello, las neveras deberán estar en buen estado de funcionamiento y contendrán exclusivamente vacunas u otros medicamentos o productos sanitarios termolábiles perfectamente ordenados, realizándose un control diario de temperatura".

Preguntadas por si este podría ser un proceso similar al que se desempeñará cuando llegue la vacuna del covid-19, las mismas fuentes han indicado que "cuando haya que decir algo, se dirá".