Los más de 13.000 edificios que están obligados a pasar la inspección técnica (ITE) por tener más de medio siglo de antigüedad dispondrán de un año más para realizar la revisión. Tal y como adelantó este periódico, la Gerencia de Urbanismo ha decidido prorrogar el plazo hasta el 31 de diciembre del 2020, ya que el establecido por la ordenanza en vigor expira en dos semanas. El presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, anunció ayer que la prórroga de un año será aprobada mañana por el consejo rector.

La idea de Urbanismo es continuar trabajando en una nueva ordenanza para la inspección de edificios. Para ello, y según explicó Fuentes, aprovechará el trabajo realizado durante el anterior mandato, en el que quedó aprobado un borrador por la junta de gobierno local, que recibió alegaciones del Consejo del Movimiento Ciudadano y del Consejo Social. Su intención es analizar esas alegaciones e intentar incluir las que sean posibles. El presidente de Urbanismo estima que a primeros de año puede quedar el texto preparado para una nueva aprobación por parte de la junta de gobierno local y para recibir el visto bueno del Pleno, de forma que en el primer trimestre quede publicada la ordenanza.

Fuentes incidió en la importancia que se dará en la nueva ordenanza a la «evaluación» de los edificios. Para ello, anunció que Urbanismo buscará fórmulas con los colegios de Arquitectos y de Aparejadores y Arquitectos Técnicos para realizar los informes de inspección «y abaratar los costes» de los mismos. A partir de ahí, Urbanismo buscará cómo, a través de las ayudas estatales y autonómicas, facilitar subvenciones para las obras necesarias.

Más de 13.000 edificios están a un paso de incumplir la actual ordenanza, que ya ha sufrido múltiples ampliaciones de plazo. La ordenanza nació hace diez años para la Axerquía Norte pero después se amplió al resto de la ciudad. Sin embargo, desde entonces, apenas un 2% de los edificios que deben pasar la revisión han cumplido con esa obligación. La ordenanza en la que trabajaba la anterior Corporación excluye a las viviendas unifamiliares, que ahora están obligadas a la ITE, y sin las cuales, y según las estimaciones de un estudio realizado por el arquitecto José Carlos Rico, los edificios que cuando entre en vigor el texto deben someterse al chequeo se reducen a 3.000.