El primer ejercicio de la oposición a maestro transcurrió ayer sin incidencias en el Campus universitario de Rabanales, según informó la delegada territorial de Educación, Esther Ruiz, quien concretó que finalmente han sido 1.541 los aspirantes que han participado en esta convocatoria en Córdoba, nueve personas menos que las presentadas el sábado pasado ante los tribunales.

Esta responsable de la Junta señaló que, previsiblemente, los resultados se conocerá el próximo 4 de julio. Quienes aprueben, aún deberán realizar una segunda prueba. Los candidatos optan a una de las 1.884 plazas ofertadas en Andalucía, en las especialidades de Inglés (625), Francés (602), Música (130), Pedagogía Terapéutica (350) y Audición y Lenguaje (180). Para lograrla, están compitiendo con otros miles de personas a nivel regional, ya que en un primer momento se habían contabilizado 14.314 inscritos, aunque son menos los que han acudido a las pruebas.

La jornada de ayer comenzó con lluvia. Familiares y acompañantes se repartieron por las inmediaciones del Aulario Averroes aguardando la salida de los opositores, que empezaron el ejercicio a las 9.00 horas, aunque accedieron un tiempo antes al interior del edificio. Este fue el caso de Antonio Ortiz, que es el padre de Jorge, un interino de 41 años de edad, y explicó que su hijo aspira a ser funcionario de carrera. Según detalló, el ejercicio constaba de dos partes: el desarrollo de un tema y el de un supuesto práctico.

Pasado el mediodía ya salían algunos opositores. La sevillana María Dolores Gómiz admitió que «ha ido muy bien, no me lo esperaba». Esta maestra interina se presentó por cuarta vez a la oposición en Córdoba porque es en esta ciudad donde acude a una academia y expresó su deseo de que «ojalá sea la definitiva». De otro lado, el pontanés Sergio Baena coincidió en tener una impresión positiva, aunque abundó en que «hasta que no salgan los resultados, no se puede decir». En su caso, aún no ha tenido la oportunidad de ejercer como maestro y aspira a conseguirla.

Los opositores abandonaban el campus con una expresión más relajada y habiendo superado los nervios de los momentos previos al examen, y las familias los recibían dándoles ánimo. La cordobesa Marina Román destacó que «el examen no ha sido difícil», detallando que tampoco ha trabajado como maestra. Esta joven hizo hincapié en que el resultado depende de muchos factores. La de este año ha sido la primera vez que se presenta a la oposición y expresó el deseo de aprobar el ejercicio, aunque reconociendo que lo ve «complicadillo».