Después del alumbrado y con el pequeño incidente de un fuego rápidamente controlado en la caseta de PTV Córdoba de la calle Guadalquivir, empezó la Feria en el recinto de El Arenal en la noche del viernes al sábado. El calor apretaba incluso de madrugada, y algunos jóvenes comenzaban con otra tradición que en Córdoba está más controlada que en ninguna otra Feria, el botellón junto al río.

Mientras los primeros cebollazos mandaban a casa en autobús a los más temerarios -hasta 43 autobuses nuevos de Aucorsa circulan entre el recinto ferial y los barrios de Córdoba- los operarios de Sadeco -77 trabajan en la Feria con el apoyo de 27 vehículos- comenzaron con sus primeros trabajos en los ocho días de albero, comida, bebida, música, baile, risas y muchas otras emociones mezcladas.

Porque la Feria es encuentro, reencuentro y descubrimiento. Conforme esas citas de Tinder se conocían después de buscarse por las casetas -98 hay este año- y los amigos, algunos llegados de otras ciudades o países donde ahora trabajan, se pegaban el homenaje en agradecimiento de estar de nuevo juntos, las familias con niños pequeños se volvían a casa para vivir ayer su segundo asalto, el primero con la luz del día.

La Calle del Infierno con hilo musical unificado fue la gran novedad para los niños y sus familias. Aunque con matices. La música es una mezcla de reguetón y trap nacional e internacional, combinando a Ana Guerra, Becky G, Natti Natasha, Daddy Yankee y Yandel. Algunas letras son poco recomendables para los menores de edad y, además, en algunas atracciones y barracas no se respetó la uniformidad y sonaron otras canciones y temas diferentes al hilo general.

Los pequeños (y no tan pequeños), eso sí, disfrutaron de lo lindo de las atracciones alrededor del estadio El Arcángel. Aunque el calor apretaba y no fue hasta bien entrada la tarde, casi la noche, cuando las atracciones comenzaron a llenarse de gente. Porque antes no se podía estar al sol.

Muy curiosa fue otra novedad, el intérprete de lengua de signos, ubicado en el puesto de la Cruz Roja, frente a la Caseta Municipal. Se trata de un ordenador con un programa parecido al Skype, en el que el interesado puede hablar en lengua de signos con un empleado que, vía online, resuelve sus dudas. Puede hacerlo también por escrito mediante un chat. Lo que no incluía esta particular versión beta para sordos es un programa que les ayude con sus zozobras en plena jornada de reflexión electoral. Todos los cordobeses deberán orientarse hoy sin auxilio informático.

Es lo que se ha venido a llamar la Feria inclusiva y contó con la ayuda de la asociación Mujeres viviendo sueños, encargada del mantenimiento y la limpieza de los baños adaptados, otra novedad de esta edición. Solo en la calle Guadalquivir había uno junto a la caseta del PCE y otro a mitad de esta vía. Los feriantes celíacos, por su parte, tienen en la misma calle, junto al estanco, una caseta especial para poder comer y beber con seguridad para su salud. Y no falta ni el flamenquín ni la carrillera ni el salmorejo. «La comida aquí sabe exactamente igual que la del resto de casetas, pero no mezclamos nuestros productos, todos son libres de gluten, incluida la cerveza y el resto de bebidas», asegura uno de sus empleados.

Al mediodía, las familias huían del sol de justicia y de las altas temperaturas bajo el techo de sus casetas, donde comieron y bebieron todos juntos, padres, madres, hijos, hijas y algún yernaco, como definía al novio de su hija un señor con mucha gracia y mirada penetrante al mencionado. Desde Madrid y otras provincias llegaron a la hora de comer varios grupos de despedidas de solteros y solteras. Coincidieron en el recinto ferial y, la mayoría, apuntaban a aguantar toda la noche en el albero. Conforme posaban para las fotos, más de uno y de una empezaron a intercambiar los números de teléfono.

A las 13.00 horas desfilaron por el recinto los carruajes de caballos, comenzando su paseo justo cuando llegaba la Virgen de la Salud desde la Fuensanta. Conforme avanzaba la tarde, los coros rocieros empezaron a amenizar al personal con un maratón de grupos iniciado por el Coro de la Alegría de la Viñuela a las 13.00 horas y finalizado cerca de las 20.00 horas. Ahí cogió el testigo la Orquesta Arco Iris en la Caseta Municipal. Y luego el grupo Revólver. Y vuelta a la orquesta. Los más mayores, y también algunos jóvenes atareados, se volvían a casa previa parada en la churrería. Otros aguantaban para disputarse su orgullo y su dignidad en los coches de tope ante otros grupos igualmente afectados por la fiesta y la diversión. Espectáculo garantizado cada día que dura esta fiesta.

La Feria no para y cuando la noche acaba, con los más etílicos entre los etílicos haciendo eses hacia los últimos autobuses, el sol comienza a asomar y los niños más ansiosos ya saltan en la cama de los padres para que aligeren con el desayuno y el domingo no quede sin visita a El Arenal. Que el Ratón Vacilón comienza con sus bromas y la Casa del Terror con sus gritos exagerados para que los más pequeños tiren de la manga a los progenitores y les pidan unos euros. Amanece el domingo y la Feria sigue su curso, aunque muchos votarán antes para llegar a El Arenal con la conciencia tranquila.