Una vez más, el botellón del miércoles tuvo el sábado por la noche su precedente con una concentración masiva de jóvenes que al retirarse dejó tras de sí esta lamentable estampa que se repite año tras año. Sadeco, que ayer no facilitó el dato exacto de toneladas de basura recogidas en la zona situada junto al Balcón del Guadalquivir, tuvo que esmerarse para limpiar desde bien temprano toda la zona. Algunos se quejan de que las papeleras se llenan muy pronto y que no les queda otra que tirar los restos al suelo, aunque según Sadeco hay instaladas 1.373 papeleras de lunares en todo el recinto. Otros piensan que lo de las papeleras es una excusa y que el problema es la falta de civismo de quienes acuden al botellón, que parecen olvidar que la vía pública no es un gran estercolero y que no hay que perder las buenas costumbres tampoco en los días de fiesta.