Su decoración y sus visitantes son más modernos, pero la esencia se mantiene en el transcurso de los años. Alrededor del 60% de las casetas que se encuentran instaladas en El Arenal se montaron por primera vez en 1994, cuando fue inaugurado este espacio, y en algunos casos incluso se encontraban ya en los recintos anteriores.

El plano de aquel primer año indica que se ofrecieron 174 casetas a los visitantes, teniendo en cuenta la Municipal y de la Juventud. En la actualidad, 55 de esas entidades continúan adelante con el esfuerzo, pese a la importante reducción registrada desde entonces, que ha dado lugar a la desaparición de 78 casetas sin contar con las del Ayuntamiento de Córdoba. Así, en estos 23 años se ha modificado el perfil de las entidades que participan en la Feria, reduciéndose las casetas de las asociaciones vecinales, que han pasado de siete a solo una, a la que se suma la instalada por la Federación de Asociaciones de Vecinos Al Zahara, y también las de empresas (por ejemplo, en el estreno de El Arenal montaron Colecor y Eroski). Asimismo, han desaparecido algunos partidos y ha sido significativo el descenso registrado entre las peñas, que irrumpieron en el nuevo recinto ferial con medio centenar de casetas y en la actualidad solo tienen una docena.

El presidente de la Asociación de Casetas Tradicionales, Rafael Bocero, afirma que «es un buen síntoma que lleven tantos años», explicando que «si han sobrevivido, tienen el secreto para mantenerse». También explica que en algunos casos estos recintos desaparecen por falta de relevo generacional, por lo que ya se están tomando medidas como la creación de juntas directivas jóvenes para que este colectivo participe y afronte el reto de llevarlas en el futuro.

De otro lado, el presidente de la Asociación de Casetas Populares, Alfonso Rosero, hace hincapié en que «la Feria necesita ir consolidándose y ganar en prestigio, y eso se consigue a base de trabajo bien hecho», de lo que, según detalla, son ejemplo estas casetas que logran perdurar en el tiempo, aunque esto «nos consta que es extensible a la mayoría».

Una de las veteranas en El Arenal es ASPA y Ana Ortega, vocal de la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz en Córdoba, subraya que el colectivo cumple 30 años de trabajo en Córdoba, que es su sede central, en el 2017. El lema de este aniversario es 30 años de Sur a Sur y se ha dedicado a la mujer, con el objetivo de sensibilizar sobre su situación en el mundo «y en los países del Sur, sobre todo», precisa. Su caseta ha sido decorada con grafitis realizados por niños, en una iniciativa de Participación Ciudadana en colaboración con Mujeres Tejiendo la Paz y ASPA.

El Capirote ya se montaba en los años 70 y su encargado, Sergio García, destaca que «en 1991 le dimos un cambio al estilo de la Feria y de caseta con otras casetas, dándole mucha importancia a la variedad musical». De otro lado, el presidente de la Peña Fosforito, José Gregorio, recuerda que su recinto tiene tantos años como la propia peña, 33, y apunta que en estas tres décadas «hemos sido la caseta más premiada». A esto añade que «es una satisfacción estar aquí y poder colaborar con la ciudad». Otro de los espacios con más solera de El Arenal es La Espuela y su encargado, Alejandro Gómez, subraya que llevan 34 años en las ferias cordobesas, «empezó con una peña de socios y ha pasado a los hijos», detalla, por lo que «seguimos la tradición».