Un año más, la Batalla de las flores ha dado el pistoletazo de salida al Mayo cordobés. Miles de personas han asistido a esta batalla incruenta donde se han arrojado cerca de cien mil claveles desde las trece carrozas de las peñas que han participado en la comitiva.

El recorrido se ha iniciado en el Paseo de la Victoria, donde se celebra la batalla en sí, y ha culminado en la Diputación, donde se hará entrega de las tradicionales distinciones a las peñas participantes.

Entre el público numerosos turistas, pero sobre todo, familias enteras que han disfrutado de una batalla de las flores por la que, a pesar de las previsiones meteorológicas, no se ha llegado a temer por su suspensión. Aunque, eso sí, al final del desfile han caído algunas gotas de lluvia. La Aemet prevé que el tiempo cambie a partir de este domingo, en que se ha notado un ligero descenso de las temperaturas en la capital cordobesa.

UN MES DE FIESTAS

"El calendario se nos queda pequeño" ha indicado en declaraciones a Efe la delegada de Promoción de la Ciudad, Carmen González Escalante, que tiene la "gran responsabilidad" de gestionar "el mayor orgullo de los cordobeses, sus fiestas de mayo".

Unos festejos que, tradicionalmente el primer fin de semana de mayo, arrancan con la Batalla de las Flores, un carrusel de carrozas adornadas con millones de flores de papel que fabrican manualmente uno de los sectores con más solera de la ciudad, los peñistas.

"La Federación de Peñas Cordobesas ha sido siempre garante del mantenimiento de nuestras tradiciones", ha dicho Gómez Escalante, la concejala más joven del equipo de Gobierno pero "cordobesa de los pies a la cabeza" y "enamorada de todas las tradiciones de mi ciudad, en las que he participado desde pequeña y encantada de poder tratar con todos los colectivos que hacen posible la celebración del Mayo cordobés".

Y es que todos los eventos tienen como protagonistas a los propios cordobeses y, en este sentido, los peñistas han elaborado primorosas carrozas, algunas recreando espacios identificativos de Córdoba y todas ellas homenajeando a la ciudad califal de Medina-Azahara, monumento candidato español este año que compite para ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Este año, esta peculiar comitiva ha coincidido con la celebración de las Fiesta de las Cruces de Mayo, instaladas, fundamentalmente, por hermandades y cofradías de la ciudad y colectivos vecinales, que van a mantener el olor a clavel por las calles hasta el próximo martes 1 de mayo.

Vecinos y turistas han llenado el Paseo de la Victoria recogiendo las flores que lanzaban los peñistas, muy animados entonando cánticos populares como el mítico pasodoble de Rafael Castro "Soy cordobés", para devolvérselas o prendérselas en la solapa ellos o en el pelo ellas.