«Tú no sabes la de mariposillas que te vuelan por el estómago cuando el primer día del concurso llega la 11 de la mañana y abres por primera vez. ¡Que no es por si ganas un premio! Es por los nervios, por la cara que pone la gente, porque se ha trabajado mucho», decía en la edición pasada una cuidadora de patios. No se equivocaba, porque nadie como los cuidadores de los patios saben lo que son esos días de nervios, la noche toledana de últimos arreglos a base de subir y bajar macetas o, ya también y como una tradición más de estas fechas, la presentación de la Guía de los Patios de Diario CÓRDOBA.

Y es que el encuentro impulsado por el periódico, a poco que se observe y escuche a los cuidadores, es el mejor análisis de cómo evoluciona la Fiesta y cómo se presenta la nueva edición de los Patios. Ello no quiere decir que los discursos oficiales no se oigan. Ni mucho menos. Ahí estaba ayer Jacinto (de Alfonso XII , 29), que cabeceaba asintiendo y con cara de resignación cuando el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo, hacía un llamamiento a los visitantes para que sean respetuosos con las casas que se abren al mundo estos días. Era un gesto de asentimiento, perdido en el fondo de la sala, que sin embargo lo decía todo sobre uno de los pequeños-grandes dramas que sufren los cuidadores de los patios.

Pendientes del cielo

Sin embargo, la inquietud más inmediata de ayer en los corrillos tras el final del acto por parte de los cuidadores era... ¡La Aemet! Y es que los patios han sufrido un mes de abril tan caluroso que las floraciones se han adelantado, por lo que las previsiones de un descenso de las temperaturas los próximos días son bienvenidas, aunque no tanto la previsión de lluvia e incluso fuertes tormentas este mismo fin de semana. «Ya es lo que nos faltaba... un chaparrón nos puede hacer polvo. Se va a llevar las flores, habrá que recogerlas, cambiarlas... ¡Madre mía!», resumía gráficamente Montse, de Isabel II 1. Cosas que lo mismo les pasan desapercibidas a muchos cordobeses y más aún a los visitantes foráneos, pero que son las que en estas fechas tienen a los cuidadores con el corazón en un puño.

Y por supuesto, la cita sirvió para que cuidadores, autoridades y patrocinadores (tan implicados como los que más) pudieran elogiar y criticar, como siempre con más acento en lo segundo que en lo primero, lo humano y lo divino de los patios: Las bases del concurso, su desarrollo, el futuro de la Fiesta, el escaso apoyo de los sectores que se llevan el beneficio de la misma, los cambios organizativos precisos y hasta qué gestión debería tener la Fiesta... Lo dicho, la presentación de la Guía de los Patios volvió a ser un foro de nervios inquietudes y esperanzas en los Patios. Que no es poco.