¿Qué sería el mayo festivo sin las academias de baile? Pues algo parecido a un jardín sin flores. El certamen de academias de baile, que ya va por su 28ª edición, puso en la jornada de ayer el toque de color a un mayo festivo en el que el baile flamenco y las sevillanas son parte esencial de la fiesta. Y eso que, según algunos profesores, la tradición no vive su mejor momento. Según Estefanía Cuevas, directora de una de las academias que ayer cerró el certamen, y Jesús Majuelos, su guitarra, «la afición compite ahora con muchas otras actividades extraescolares en los colegios y eso ha hecho que muchas academias cierren». En la suya, como en el resto, la gran mayoría de alumnos son féminas, que siguen siendo el alma de los cuadros de baile, y a las que se enseña desde que son muy pequeñas. «Van aprendiendo los palos poco a poco según la edad hasta que llegan a estilos flamencos más complicados como las sevillanas, que son una coreografía cerrada y una rítmica más difícil». Aunque la plaza de Las Tendillas se llenó ayer con centenares de alumnas de academias, según Cuevas, «antes había tortas por contar con un cuadro flamenco en cada cruz y ahora cada vez son más escasas las que apuestan por ello porque quienes las llevan van a ganar dinero y al botellón». Prueba de ello, señalan, es que «rara es la cruz que tiene escenario».

Con o sin tablao, cuando en una cruz suenan sevillanas, las mujeres se organizan. «Los chicos no saben bailar», se queja una joven en el Bailío, «raro es el que se arranca, la mayoría solo miran, que aprendan», recalca mientras da una vuelta. Se ve que la igualdad se resiste en esta materia.

En lo que sí se ha conseguido es en el consumo de alcohol, que circula al mismo ritmo entre hombres y mujeres en estos días. El Ayuntamiento informó ayer de que la fiesta se desarrolla «con normalidad», pese a haberse registrado una denuncia por venta de alcohol a una menor, 31 por hacer botellón en la calle y un hombre fue detenido tras negarse a identificarse y resistirse a la autoridad cuando bebía en la calle. La fiesta es la cara y el alcohol, la cruz de las cruces. Que se diviertan.