Cuando Simón de Toro y Bartolomé Peña encontraron el pozo donde estaba la imagen de la Virgen de la Salud, hace 354 años, y tras construir la ermita en donde se encontraba una fuente de efectos salutíferos, allá por 1673, junto a una alameda, lugar donde se estableció la feria en honor de la Virgen de la Salud, a mediados de abril, no pudieron imaginar que aquel lugar con agua y arboleda para dar sombra y frescor se cambiaría a un lugar casi desértico, sin suficientes fuentes de agua y escasos árboles que aporten sombra y bienestar, para celebrar la feria bajo esta advocación.

Y es que el recinto de El Arenal parece el lado oscuro de los terrenos alrededor de la ermita de la Virgen de la Salud. Falta de puntos de agua potable, bajo número de árboles de sombra y de zonas verdes e insuficiencia de riego del albero, lo que provoca un aumento de polvo en el ambiente.

Todos los factores anteriores provocan la presencia de sombreros y algunos parasoles en el recinto de El Arenal, y no solo los que portan jinetes, cocheros y acompañantes, sino entre la gente de a pie. Diferentes modelos de sombreros, tanto de fieltro como de paja, destacando los de ala ancha o los de verano, como los modelos panamá, pero tanto gorras, como viseras son artilugios frecuentes durante la feria de la mañana.

El sombrero toma el lugar que le correspondería a la arboleda que debería proteger a los visitantes de la feria tanto del sol como creando un microclima que alivie las altas temperaturas. Y el sombrero también ocupa el lugar de la ausencia de toldos.

A esta situación de calor acuden en su socorro los abanicos, tanto los manufacturados como los que se consiguen con ahínco nada más entrar en la zona de encuentro, y que ofrecen algunas casetas o con mensajes antimachistas. En cambio, lo que sí supondría también un alivio, las fuentes, que, aunque presentes en el recinto ferial, su bajo número hace que un paseo por el real cordobés sea un poco incómodo para saciar la sed en época tan calurosa.

Esta situación se sufre por otro lado entre los animales que participan en el paseo de caballos de la Feria de la Salud de Córdoba. A la misma escasez de sombras se añade que solo hay dos puntos para abrevar los animales. En la parte posterior de la caseta de la Asociación Andaluza de Doma de Campo y Club de Enganches de Córdoba, como en el Rincón del Caballo, en el que se encuentra una zona entoldada. Infraestructura insuficiente cuando el primer día de feria pasaron por el paseo de caballos más de 160 carruajes, algunos de ellos de antigüedad y valor altísimos, y más de 120 jinetes, entre ellos 15 amazonas, lo que supone que circularon cerca de 600 animales, un número importante para que se preste atención a este singular y destacado paseo de caballos.