Si bien en La Judería, a lo largo de un casi un siglo del Concurso Municipal de los Patios de Córdoba, han llegado a competir 34 patios, los cambios sociales y urbanísticos han dinamitado este número. Lo bueno es que, sin embargo, hay una dignísima compensación en una serie de instituciones en el entorno que con su patio aportan una visión complementaria de cómo se ha entendido históricamente estos recintos.

Son los casos de los patios que hoy les trae Diario CÓRDOBA, con una galería fotográfica ampliada y un vídeo en su edición digital, en estos tiempos de crisis sanitaria, todo ello para mantener vivo y reivindicar este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En concreto, se trata del patio de la Subdelegación de Defensa, el del Archivo Provincial, el del Museo Arqueológico y, como contraste popular, el de Martínez Rücker 1.

Precisamente en este patio, la benigna primavera ha propiciado que el rosal esté espectacular, la hiedra pase de una pared a otra incluso encima del pozo y que el recinto, sencillamente... esté como nunca. Ello le ha venido muy bien a los vecinos de este inmueble, que hicieron del patio su válvula de escape (sin faltar por supuesto la mascarilla, guantes y la distancia recomendada) en las duras semanas del confinamiento.

El edificio de Martínez Rücker 1 es una joya de arquitectura popular antigua fruto de innumerables anexiones y segregaciones de inmuebles que, en este caso, conserva su carácter residencial. Sin embargo, y sin ir muy lejos, encontramos complejos similares que adaptaron conjuntos parecidos a instituciones como la Filmoteca de Andalucía, en Medina Corrella 5, que participó durante unas ediciones fuera de concurso. O esos dos hitos sobre el antiguo Hospital de la Caridad que son el Museo de Bellas Artes y el de Julio Romero de Torres, con la genial incorporación las últimas ediciones del recuperado patio de la familia del pintor. Habrá que esperar a cómo los museos se adaptan a las distintas fases de desescalada para su progresiva reapertura. Hay que perfilar medidas sanitarias para los visitantes, garantizar la seguridad del personal, fijar turnos... No es fácil. Para nada.

En esa tesitura está el Museo Arqueológico, ahora en obras en su parte antigua para restaurar la fachada de Hernán Ruiz II. Es una de las instituciones que mejor ha sabido entender la Fiesta de los Patios, su sentido y su encaje con la historia y la idiosincrasia de Córdoba. Justo como lo venía haciendo el Archivo Municipal (cuando termine su reforma es de esperar que se reincorpore a la Fiesta) o en las últimas ediciones el Archivo Provincial, con su joya de la antigua iglesia fernandina de Santo Domingo de Silos. Sin olvidar el patio romántico de la Subdelegación de Defensa, este año con los arbustos de arrayán florecidos como ningún mayo de la última década, toda una nevada de flor y aroma.

Por cierto: mañana es el Día de los Museos, que este año se celebrará on line. Desde luego no es lo mismo... pero ahí está ese espíritu de divulgación y reivindicación del patrimonio y la cultura en el que tanto se coincide con la Fiesta de los Patios.