El carruaje ha sido la estrella de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba celebrada este año. Los vehículos hipomóviles que han desfilado por el paseo de caballos de El Arenal han sido 572 durante los ocho días que ha estado abierto para jinetes, amazonas y cocheros. Y más de medio millar de jinetes, en concreto 532, se han desplazado al real cordobés durante la Feria para participar en el vistoso y esplendoroso desfile ecuestre que ha supuesto esta celebración, que ha contado con más de 1.672 caballos en total durante algo más de una semana que ha durado el evento.

Estas cifras revelan la importancia del caballo en Córdoba, no solo en la Feria, sino en la cultura, sociedad y economía cordobesa.

El espejo que supone la Feria de la Salud en el mundo ecuestre refleja la atención que prestan fuera de Córdoba al paseo de caballos de El Arenal. Desde Granada, la Yeguada de Salvatierra trajo un enganche de seis a la larga, y desde Murcia un cochero se desplazó con un tresillo para conocer la Feria de Córdoba y continuar el jueves hacia El Rocío. Un atractivo que ha concentrado en el recinto cordobés coches procedentes de la Policía Local de Málaga, del carrocero sevillano Carro, o de Huelva, además de numerosos pueblos de la provincia.

El paseo de caballos ha contado en esta edición con 54 amazonas durante toda la feria, cifra que manifiesta el papel que Córdoba juega en esta manera tan peculiar de montar en silla de cornetas, destacando, asimismo, la alta presencia de troncos, 348, el enganche más común en la campiña cordobesa durante los siglos XIX y principios del XX, o la participación de 18 coches con enganches de fantasía, en el que sobresalieron uno con ocho caballos a la larga y otro con ocho a la media potencia. También, en esta edición, la que ha contado con más participación, se ha notado la alta presencia de tiros mulares, principalmente en troncos, un animal también característico en los trabajos en el campo y en el tiro de carruajes.

Parte de este alto nivel que jinetes y enganches alcanzan en Córdoba se debe a la labor que se ejerce en el control de entrada al paseo de caballos, realizado en esta edición por el veterinario Fernando Vega, ayudado por David Lozano. Vega, identificando los ejemplares por sus microchips y la documentación de los animales, además del estado de salud de los caballos, y atendiendo las urgencias veterinarias que se han producido; mientras que Lozano vigilaba la indumentaria de jinetes y cocheros, el estado de los coches, las guarniciones y el herraje de caballos, aconsejando sobre las posibles mejoras de jinetes y cocheros para ediciones posteriores. Precisamente este esfuerzo y el realizado durante años por los participantes en el paseo de caballos han logrado que la Feria de la Salud cordobesa se sitúe en el nivel de excelencia, con una calidad difícil de igualar, principalmente en el primer sábado, día en el que participaron más jinetes y enganches, que coincidió con la celebración de la séptima Exhibición de Enganches de Tradición, o el jueves, con el concurso de jinetes y enganches de la Feria de Córdoba. A esto se añade una presentación de los participantes que supera el notable.

Por ello, la Feria de la Salud ha alcanzado la excelencia en el mundo ecuestre.