Como escribía en su día sobre esta fiesta el maestro Manuel Fernández, «la Feria te enseña». Y en esta edición, los que aún no han aprendido a disfrutar pese a las altas temperaturas (que en Córdoba deben ser pocos), están tomando lecciones a marchas forzadas de cómo divertirse con calor.

Ya no solo con los 34,6º C que oficialmente registró el observatorio del Aeropuerto la tarde del botellón del pasado miércoles (en El Arenal, la temperatura superó los 37º C) ni por los 35,8º C oficiales de máxima de ayer o los 33 previstos para hoy, que como ya digo, en el real son unos grados más, sino por la propia calidez de la fiesta.

Eso sí, las casetas con aire acondicionado se llenan y esa costumbre en alza de los últimos años de no diferenciar entre la feria de la mañana y la de la noche, sino más bien disfrutar de una sesión maratoniana de tarde, se está resintiendo con el tremendo calor reinante este año. Algunos están prefiriendo llegar a la caída de la tarde a El Arenal.

En todo caso es un calor de campeonato para una Feria de campeonato, con una afluencia de campeones y con hitos en consonancia. Como la visita el pasado fin de semana de Luis Fonsi (el campeón de ventas y de versiones con su canción Despacito), campeones de casetas en distintos certámenes como La Reja o La Astillera, y hasta con un campeonato de Sevillanas, el que ha organizado el PSOE de Córdoba en su caseta y cuya fase final se celebró ayer.

Por no hablar del campeón del mundo de baile de salón, Daniel García, que actuó la noche del miércoles en la caseta de la Federación de Peñas, que se llenó por completo inclusqo una hora antes de la exhibición. Era de esperar viendo la afición que se ha despertado en unos años en Córdoba por los bailes sociales. Aún así, la expectación se quedó chica ante la maestría que demostró Daniel García durante la exhibición. Encantados estaban los de la Federación de Peñas con el bailarín y su academia, y cómo no con la actuación final de su aventajados alumnos Ángel Espinosa y Silvia Benítez, también campeones del mundo en la modalidad de Salsa en menores de 18 años.

LAS CIFRAS DEL BOTELLÓN / Pero aún hay más hitos de campeonato y de calor, como el botellón del miércoles con más de 10.000 jóvenes del que les informamos ayer, que al retrasarse para evitar las altas temperaturas casi se convirtió en un botellón del jueves de madrugada.

Al final, no se batieron records (el año pasado se estimó la asistencia en 20.000 jóvenes), pero la imagen de los residuos abandonados y que fueron recogidos a primera hora de la mañana de ayer por los trabajadores de Sadeco sí que era... de campeonato. Pese a todo, la empresa municipal informó que los residuos recogidos ayer son similares al mismo día de la edición de la Feria del año pasado.

Quizá el botellón contribuyó a que ayer no se vieran muchos jóvenes hasta bien avanzado el día. Pero si hay un medio para medir la resaca colectiva, serían las cifras que ayer proporcionó la carpa de atención sanitaria de la Cruz Roja, que en 24 horas realizó 191 asistencias, la mayoría golpes y pequeñas rozaduras, aunque 40 de ellas fueron por intoxicaciones etílicas. Lo peor es que 11 de estas últimas correspondieron a menores de edad, algo que invita a la reflexión.

COMIDAS DE EMPRESA / Capítulo aparte, aún ayer muchas casetas de El Arenal estaban repletas de comidas de empresa, aunque las recepciones y actos de las instituciones y de colectivos ciudadanos casi han desaparecido de las agendas, dando paso a la fiesta pura y dura. Un jueves animado pese al calor en donde también dejaron muy alto el pabellón los coros rocieros, ya que tras su espectacular marcha en una nueva edición del pasacalles Camino de El Arenal, los coros aprovecharon para tomar muchas de las casetas de El Arenal.

Más aún sobre calor y campeones, porque para concierto tórrido el de Los Chunguitos de anoche, que aún tienen un público fiel al que despiertan pasiones y recuerdos de duras épocas pasadas.

ESPERANDO AL VISITANTE / Y así llegamos una vez más al segundo fin de semana de la Feria, a los días más típicos para los visitantes de la provincia, un público que se fue alejando del real poco a poco, quizá por la falta de aparcamiento junto a El Arenal durante década y media o, puede ser otra razón, al irse restringiendo los desplazamientos por la progresiva concienciación de que alcohol y volante no son compatibles, por no hablar de los numerosos controles de alcoholemia que se realizan.

Eso sí, las circunstancias están volviendo a cambiar y se nota el servicio que da desde el 2010 el aparcamiento junto a la Feria (aunque ayer a media tarde estaba llenándose), además de que los grupos se organizan mejor para que el conductor vaya de vuelta en condiciones. Con todas estas razones, y pese al calor, ya sea vecino de la ciudad, residente en una de las localidades de la provincia o turista, venga a la Feria en esta recta final.

Además, recuerde que la Feria de Córdoba presume de tener sus puertas abiertas. Y ya saben: con las puertas abiertas, corre el aire.