Este miércoles de Feria está resultando más tranquilo que otros años. Ambiente sin aglomeraciones en la calle del infierno en el día de los niños, cuando los cacharritos cuestan la mitad, tan solo dos euros, y un macrobotellón que se va llenando, en el Balcón del Guadalquivir, poco a poco, con claros en una marea humana que se prevé que llegue a entre 10.000 y 14.000 personas, según ha comentado el teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, que ha precisado también que más de 200 agentes, de Policía Nacional, Local y adscrita, velarán por la seguridad en este concurrido espacio.

El macrobotellón se ha señalizado por primera vez por zonas para facilitar la intervención de los servicios sanitarios y policiales por si ocurriera algún incidente. Por ahora, la Feria está siendo bastante tranquila, sin apenas incidencias.

Los jóvenes han ido llegando a la ribera del río con sus bolsas de bebida y, quizás, comida, dispuestos a una noche larga, sin horario, dado que mañana jueves no hay clases y en muchos trabajos dan permisos de Feria.